"Algún día se ganará"
Quique apela a "la fe que pongan" sus jugadores para anotarse de nuevo un derbi
El derbi era la única bala que le quedaba a Quique Flores en la recámara para justificar una temporada bochornosa. Hábil comunicador, el técnico del Atlético apeló a los vínculos con la afición para dar sentido a otro año "de turbulencias", como definió tan acertadamente. "Llegamos en el mejor momento, hay que ganar, ojalá sea el triunfo de las generaciones pendientes, queremos completar el círculo de lo que hicimos el curso pasado, veo a los jugadores con los ojos inyectados en sangre...", asentía esperanzado. Las palabras se las llevó el viento y el Atlético volvió a tropezar con la piedra que se le atraganta desde hace 12 años. "Las arrancadas ofensivas del Madrid nos han pillado demasiado fríos. He echado en falta más contundencia defensiva en los primeros 15 minutos", resumió Quique.
El Madrid ya resolvió por la vía rápida los últimos tres derbis a orillas del Manzanares (en la temporada 2007-08 ganó por 0-2 con un gol de Raúl antes de que se cumpliera el primer minuto, como hizo Van Nistelrooy en el 1-2 de la 2008-09; Kaká adelantó a los blancos a los cinco en el 2-3 de la pasada). El Atlético contuvo esta vez la marabunta 11 minutos, los que tardó Benzema en aprovechar las concesiones de la defensa, otra vez más atacada. Un remate de Marcelo directamente fuera abrió las hostilidades. Le siguió un libre directo de Cristiano que De Gea atajó en dos tiempos. Khedira, con solo cinco minutos transcurridos, remató cruzado y el portero volvió a retrasar un resultado visto para sentencia.
"Algún día se ganará. Los jugadores lo han intentado todo, por encima del cansancio y lo demás. Hemos estado en situaciones infinitamente peores, jornadas sin olerla... Perder así con el Madrid no me parece terrible. Para el futuro digo a los jugadores que lo sigan intentando, que no decaigan, que no bajen los brazos... Lo importante es la fe que pongan en el camino hasta que lo consigan porque algún día el derbi caerá del lado del Atlético", expresó Quique.
Mientras eso llega, al presidente, Enrique Cerezo, volvió a perderle su incontinencia verbal: "Espero que el partido acabe como una ópera para el Madrid porque en las óperas, al final, alguien muere". "Luchamos por la Liga Europa, pero no doy la Champions por perdida hasta que aritméticamente estemos perdidos, pero será difícil. De todas maneras, por puntos hay opciones. Si hubiéramos ganado al Valencia, al Athletic y a un largo etcétera, a estas horas estaríamos de otra manera", remachó sin ponerse colorado. "El gol llegó muy tarde viendo los méritos que hizo el equipo. Creamos bastantes ocasiones. El resultado es otra cosa. Lo que sería conveniente para Teixeira y el Atlético es que no nos vuelva a arbitrar", cargó Quique contra el colegiado; "nos expulsó un jugador el día del Athletic, contra el Almería nos sacó un penalti fuera tres metros...". De paso, insistió en el buen partido del Atlético, pensado para pelear por el tercer puesto de la Liga y que ni siquiera se encuentra en los de la Liga Europa.
Los jugadores también prefirieron divagar antes que afrontar la cruda realidad. "Si hubiera llegado antes el gol de Agüero... Pero no estamos hundidos. Lo que estamos es fastidiados por perder así. Hemos merecido como mínimo el empate. Pero ellos han tenido más pegada y, en la primera parte, como hemos salido al ataque y muy abiertos, nos han hecho daño. En la segunda lo corregimos y les metimos en un serio aprieto", dijo Domínguez. La elección del canterano por Perea hizo que el Atlético no repitiera el once inicial por 74 encuentros consecutivos. "Estábamos en una buena dinámica, pero hemos fallado y el Madrid nunca perdona", concluyó Mario Suárez.
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