El aprendiz de Passarella
El central argentino Musacchio, el más joven en debutar con el River Plate, a los 16 años, estuvo cerca de ir al Madrid y se consolida en el Villarreal tras un año en el filial
Se ha secado el Villarreal, exprimido físicamente y justo de fútbol en las últimas semanas. Pero acaricia hoy pese a todo los cuartos de la Liga Europa después del golpe de la ida en Leverkusen al Bayer (2-3). "Es un equipo muy fuerte y tiene muy buenos atacantes", avisa Mateo Pablo Musacchio (Rosario, Argentina; 1990), que se alterna en el eje de la zaga con Gonzalo Rodríguez y Marchena.
Todo ha resultado precoz en Musacchio. A los 16 años se convirtió en el jugador más joven en debutar con el River Plate en la Primera División argentina. La oportunidad se la brindó Daniel Passarella, el célebre defensa central y capitán de la Argentina campeona mundial en 1978. "Para mí fue extraño. No había casi jugado con el equipo reserva. Estaba sorprendido de que con 16 años Pasarella, con todo lo que fue y representa, me hiciera debutar. Fue un poco de locos", recuerda ahora el joven futbolista.
Musacchio ingresó a los nueve años en el River. Hasta entonces había jugado al "fútbol chico" en un club de barrio llamado 25 de Mayo y muy poco en los potreros. En esa etapa de formación, iba al estadio del River a ver Demichelis, ahora en el Málaga, su ídolo. "Era como un espejo para mí, siempre me fijaba en él".
El aval del debut de Passarella no fue suficiente para consolidarse en el River. "Después estuvo Simeone, luego Gorosito, y no tuve continuidad, siempre estaba en el banco. Era una época mala en el River y era difícil jugar de central teniendo 16 o 17 años", asume Musacchio. "Aunque en Argentina es diferente. Hay chicos de 16 o 17 años que tienen la responsabilidad que acá asumen más tarde. Aquí con 20 años eres una promesa. En Argentina, a esa edad ya tienes jugados tres o cuatro años en Primera", explica. Los futbolistas argentinos, pues, se apresuran por debutar en Primera y dar pronto el salto a Europa. "Yo no pienso así. Yo quería jugar en River y no se dio, y tuve la oportunidad de tener más continuidad en el filial del Villarreal. Fue una decisión difícil el venirme solo, dejar todo lo que tenía en mi casa, el tener que irme de todo un River para recalar en un filial". En el verano de 2008, sin embargo, estuvo cerca de fichar por el Madrid: "Es verdad. Las negociaciones estuvieron muy avanzadas".
Llegó el Villarreal un año después y se hizo con parte del pase de Musacchio gracias a un convenio de colaboración firmado con el River, que recibió del club amarillo nueve millones -el club castellonense tiene además una opción preferencial por los jóvenes de la cantera argentina-. "El Villarreal es el dueño del 30% de mi ficha. El resto es de River, que creo que ha vendido una parte a un grupo inversor", asume.
¿Y qué pasa con la selección argentina? "Le falta un estilo", razona. De momento, a Musacchio le ha ido todo rodado desde que llegó al Villarreal. Un año entre el filial y el primer equipo y ahora fijo para Garrido. Siempre precoz Musacchio.
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