Otros dardos de Mourinho hacia sus colegas
No es la primera vez que el técnico del Madrid menosprecia a otros entrenadores, como hoy con Pellegrini.- Wenger, Ranieri o Spalletti también recibieron ácidas críticas del portugués
Las declaraciones de Mourinho contra Pellegrini de hoy -"si el Madrid me echara yo no iría al Málaga"-, que han ofendido también a un club y a una ciudad, no representan una novedad para el estilo del entrenador portugués. Mourinho ya se ha enfrascado en guerras dialécticas con otros técnicos allá por donde ha pasado; Inglaterra, Italia y España.
Este año arremetió contra el técnico del Arsenal, Arsène Wenger, que criticó la actuación del Madrid en el partido de Champions contra el Ajax, cuando Mourinho forzó las amonestaciones de sus jugadores. "Wenger tendría que explicar a los aficionados de su equipo porqué llevan cinco años sin ganar un trofeo", dijo. Era una lucha que venía de lejos. En 2005, tras unas críticas del entrenador gunner, explotó: "Creo que es una de esas personas que es un voyeur. Le gusta mirar a otras personas".
Los títulos, para el portugués, representan el mejor indicador del éxito y él, que puede presumir de dos Ligas de Campeones con 47 años, ha utilizado este arma en otras ocasiones. En 2008, durante su tapa como entrenador del Inter, se encaró a Ranieri: "Con casi 60 años, ha ganado solo una Supercopa. Es decir, una copa pequeña. No ha ganado trofeos importantes. Tal vez necesite cambiar su mentalidad, pero quizás sea demasiado viejo para hacerlo". Ese mismo año, se puso borde con los periodistas, a los que acusó de prostitución intelectual y, para redondear su discurso, se metió con sus colegas de profesión. "Nadie dice que el Roma, que tiene grandes futbolistas, acabará la temporada con cero títulos, así como el Milan y el Juventus". Spalletti, entonces entrenador del Roma y que aún tenía que disputar los cuartos de la Champions contra el Manchester, no pudo contenerse y contestó: "No me esperaba por parte de Mourinho un gafe de estas proporciones".
Otro blanco de Mourinho fue Benítez, del que se esperaba, afirmó, un "gracias" por haberle permitido ganar más trofeos en el Inter, y no críticas. Benítez había dicho que había encontrado a los jugadores del Inter agotados físicamente después de la gestión de Mou. Para contrarrestar, el técnico español decidió hablar de la aventura de Hodgson en el Liverpool, después de Benítez: "Es muy difícil para Roy hacerlo bien con el Liverpool dado que, en los últimos años, ellos han ido a peor, peor y peor".
Otras veces ignoró o tiró del menosprecio, como con Mancini, su antecesor en el Inter: "Su sombra no me molesta, es indiferente para mí". O como con Zeman, entrenador célebre en el calcio por haber experimentado en el Lazio y en el Roma con un juego ofensivo con el que, sin embargo, no obtuvo ni un título. "No sé quién es", aclaró Mourinho después de que este dijera que el portugués sabía gestionar un equipo, pero que su juego era mediocre.
Tampoco Capello, actual entrenador de la selección inglesa, se ha salvado de los disparos de Mourinho: "El problema en Inglaterra es el gerente. Pregunta a cualquiera aquí en el Real Madrid. No puede cambiar. No puede ir simplemente a gritos con los jugadores. Ellos necesitan sentirse especiales. Está muy claro. Capello no va a funcionar para Inglaterra".
Hasta ahora, en España se había chocado con Preciado, entre otros. "La Liga sería más difícil para el Barça si los equipos contrarios no regalasen partidos", dijo tras el Barcelona-Sporting de la ida , terminado 1 a 0, y en el que Preciado alineó a muchos suplentes. El técnico del Sporting no pasó por alto aquel comentario y en víspera del Sporting-Madrid dijo que si Mourinho había dicho eso era "un canalla". De momento, Pellegrini ha rechazado entrar en la lucha con Mourinho.
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