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"Notamos la competición en los barcos y en nuestros cuerpos"

Las primeras embarcaciones de la Barcelona World Race alcanzan el ecuador del recorrido - Los navegantes hacen hasta de electricistas y fontaneros

Catorce barcos salieron desde Barcelona el pasado 31 de diciembre. Tras 45 días de regata 12 de ellos (el Foncia y el Président han abandonado) siguen su travesía, una aventura transoceánica que convierte a los regatistas en fontaneros o electricistas, según exijan los rigores de cada jornada. Así es la Barcelona World Race, la vuelta al mundo a vela por parejas y sin escalas. La tarde del domingo el líder de la flota, el Virbac-Paprec3 de Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron, superó el ecuador del recorrido, superadas ya más de 15.000 millas náuticas y a una media de 14 nudos de velocidad. Se aproxima a Nueva Zelanda. También lo hacen sus dos inmediatos perseguidores, dos participantes españoles: el Mapfre de Iker Martínez y Xabi Fernández, y el Estrella Damm de Alex Pella y Pepe Ribes, quienes adentrándose ya en pleno océano Pacífico temen el momento de abordar el paso de Cook y el Mar de Tasmania. ¿Por qué? El tiempo no acompaña. Demasiado benévolo.

Las previsiones meteorológicas indican la presencia de un anticiclón en la zona, según explicó Xabi Fernández, doble medallista olímpico y un novato en esta competición transoceánica: "Habrá muy poco viento. Y no sabemos cómo nos va a pillar cuando lleguemos, estamos un poquito tensos. El futuro es incierto", dijo en una videoconferencia desde el interior de su ya maltrecha embarcación. "No es nada fácil tomar una decisión sobre cómo actuar. Preguntadles a los internautas a ver qué opinan: si vamos hacia el este o hacia el norte, que seguro que aciertan. Preguntamos a unos 100 y lo que diga la mayoría, haremos", bromeaba Iker Martínez.

Ambos tuvieron que reparar el pasado viernes una orza (pieza suplementaria que ayuda a mantener la estabilidad y facilita la ceñida) al tiempo que trataban defender su segunda posición. Tenían dos posibilidades, pero no se lo pensaron dos veces: "O parar en Nueva Zelanda o arreglar a bordo. La primera ni nos la planteamos: ¡a arreglar!". Tuvieron que hacerlo en la misma cubierta, al tiempo que navegaban manejaban una pieza de unos 100 kilos de peso y más de cuatro metros. Al estilo McGyver se sirvieron de la espuma del asiento de conducir y trataron de devolverle a la orza "una forma lo más hidronámica posible". Dos días después lo lograron. "Estaba todo el barco lleno de cosas por todas partes: la lija, las resinas, las colas, los trapos... Un desastre". Pero, al parecer, lo lograron.

"Hemos tenido que hacer de todo en el barco: ser electricistas y fontaneros. Pero es emocionante ver cómo vamos descontando millas", narraba también esta mañana Peyron, considerado uno de los mejores navegantes en este deporte. Tras mes y medio de regata y quedando todavía otro mes y medio más hasta regresar a la costa de Barcelona el agotamiento hace mella en todos ellos, los que lideran la prueba y los colistas. "Es una competición muy intensa, de ritmo muy fuerte. Lo estamos notando en los barcos y en nuestros cuerpos. Y si la regata es así hasta el final, llegaremos muy justitos, de barco y de cuerpo, de ambas cosas", señalaba también a través de una videoconferencia el valenciano Pepe Ribes, tercer clasificado con el Estrella Damm.

Pero hasta en la cola hay optimismo. La navegación impulsada por la Fundación We are water (que junto a Intermón Oxfam desarrolla proyectos solidarios en Chad y Etiopía), la única integrada por dos miembros que no eran regatistas profesionales, Jaume Mumbrú y Cali Sanmartí, va lenta, pero segura: "Una vez hemos entrado en el Índico nos hemos encontrado con condiciones meteorológicas absolutamente atípicas. Navegamos sorteando obstáculos. No podemos planificar demasiado la navegación porque la situación meteorológica es muy complicada. Está siendo difícil. Nos encontramos una barrera meteorológica tras otra. Pero nuestra prioridad es preservar el barco", explicaba Mumbrú esta mañana. Claro que, sin perder la esperanza: "Nadie dijo que esto sería fácil. Lo único que supone este retraso es que tardaremos más días en volver, pero seguimos adelante, sin ninguna duda".

Iker Martínez y Xabi Fernández, durante un entrenamiento previo a la Barcelona World Race.
Iker Martínez y Xabi Fernández, durante un entrenamiento previo a la Barcelona World Race.MARÍA MUIÑA

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