El día que Pierce no vio el aro

Defender a Lebron James no es una tarea fácil. Contener la exuberancia física y técnica del prodigio de Ohio es una ardua misión incluso para los mejores jugadores de la Liga. Una condena que anoche tuvo que sufrir Paul Pierce, el capitán de Boston Celtics, para ayudar a que su equipo se impusiera a los Heat (85-82) en su disputa por el liderato del Este, en el que ahora le saca un partido de ventaja. Sin embargo, el esfuerzo de Pierce lastró su rendimiento en ataque: un solo punto y una nefasta serie de 0/10 en tiros de campo para un hombre que promedia este curso 18,6 puntos. Desde su temporada de novato (98/99) el alero no tenía una noche tan aciaga de cara al aro.

"No es una justificación, pero me estoy enfrentando a dos lesiones menores, en la mano y en el pie, creo que eso explica mis fallos de esta tarde", explicó Pierce, uno de los tres jugadores que han anotado más de 20.000 puntos en la historia de la franquicia, junto a Larry Bird y John Havliceck. "Le dije al entrenador [Doc Rivers] que realmente me sentía mal, pero que trataría de hacer lo mejor posibles las cosas. Afortunadamente ganamos".

Pierce no solo evitó una exhibición de Lebron, sino que logró dejarle por debajo de sus números habituales. El número seis de Miami anotó 21 puntos, cuando esta temporada promedia 26,1. Sin embargo, para encontrar unos números similares a los de Pierce hay que retroceder 12 años, hasta el año de su llegada a la NBA. El dos de marzo de 1999 vio la canasta aún más pequeña. Empeoró su serie de ayer con un error más en los tiros de campo (0/11) y se quedó en dos puntos gracias a sendos tiros libres. Una semana más tarde dejó su casillero a cero, pero apenas disputó 10 minutos y erró dos lanzamientos.

Pese a su falta de puntería anoche, Pierce disfrutó de un triunfo que puede ser fundamental para contar con la ventaja de campo en los playoffs. Los Celtics se encuentran al frente de la Conferencia Este con un registro de 39 victorias y 14 derrotas - por 39-15 de Miami- a lo que suman un 3-0 en los enfrentamientos directos contra el equipo de Lebron, Bosh y Wade, lo que les dejaría por delante en caso de que acabaran la fase regular con el mismo récord.

El alero solo piensa en recuperarse de sus molestias lo antes posible de vistas al tramo final del año, para lo que cree que deberá someterse a una resonancia magnética. "Sufrí una torcedura en la mano en los entrenamientos de esta mañana [por ayer] (...) Pero lo que más me preocupa es el tobillo, que me duele y lo siento como si estuviera torcido, por eso tendré que ir a que me hagan un estudio", concluyó un jugador que, a sus 33 años, ha disputado los 53 partidos en lo que va de temporada.