El Getafe rompe el gafe

Revive el Getafe, activado después de que sus cuatro últimas comparecencias en el Coliséum, una de ellas en la Copa, acabaran en derrota y con 13 goles en contra. El cuadro de Míchel logró su primera victoria del año frente a un pobre Deportivo y sin disponer de sus pasadores. Del Moral y Parejo estaban en la grada por sanción, pero el tan demandado nuevo plan del técnico dio resultado. Por primera vez, alineó a dos delanteros centros y Miku y Colunga demostraron ser complementarios.

Encontraron además varias autopistas abiertas hacia Aranzubía. Descender a Segunda supone un esfuerzo ímprobo. La sucesión de desastres tiene que ser infame, meterse en el hoyo demanda múltiples y variadas deficiencias. Pues ahí está el Deportivo dispuesto a cavar su sepultura después de sumar un punto en las últimas cinco jornadas, un mes de competición en el que ha dilapidado el cómodo colchón de puntos con el que se encontró tras ganar en San Mamés en el primer partido del año, un tiempo en el que el mercado de fichajes estuvo abierto y en el que el club que preside Lendoiro sólo pudo cerrar incorporaciones el último día. Puede que demasiado tarde: avanza febrero y Lotina tiene el reto de acoplar a tres refuerzos que llegan de Grecia, Inglaterra y Emiratos Árabes.

Xisco forzó un penalti que valió un gol de Riki, que maquilló un partido en el que el Getafe revivió con las facilidades que le concedió el Deportivo y marcó tres goles en tres mano a mano ante Aranzubia. Primero tocó Miku con la coronilla y dejó a Colunga ante un gol que endureció al Getafe y ofuscó al Deportivo, que acabó de despeñarse cuando Rubén Pérez perdió ante Gavilán ?repartió tres asistencias? un balón y, de nuevo, Colunga resolvió en solitario. El Getafe arrastra etiqueta de blando. No lo es más que el Deportivo. Tanta candidez sirvió para abrir un partido en el que se atacó mejor que se defendió y apenas se restó, un entretenimiento a partir del que se sucedieron las llegadas. Hasta cuatro claras tuvo el equipo de Lotina en el primer cuarto de hora, hazaña desacostumbrada en un equipo temeroso. No se arredró el Getafe. Casquero pudo marcar desde la frontal en un inicio codicioso que desnudó la ambición de su equipo y disfrutó como pocas veces para pasar un domingo tranquilo. La goleada la cerraron Miku, justamente antes del descanso, y Pedro Ríos, ya mediada la segunda parte, ante un rival al que no le valió de nada defenderse con cinco.

Getafe 4 - Deportivo 1