El debut del benjamín
Jorge Maqueda, de 22 años, marcó su primer gol mundialista y se estrenó en un campeonato oficial.- "Fue un orgullo", señaló, "pero estaba un poco tenso y quería comerme la portería contraria"
Para Jorge Maqueda el de ayer fue un gran día. Llevaba 12 partidos internacionales a su espalda -tres de ellos de las eliminatorias de clasificación para el Europeo de 2012- pero no había jugado todavía ninguna gran competición, ningún campeonato oficial, con la selección. Valero Rivera, el seleccionador español, le dio unos pocos minutos de juego en el primer partido del Mundial de Suecia frente a Bahrein. Y el de Quero (Toledo) saltó a la pista como un toro, forzó el lanzamiento, defendió bien y se salió con la suya: consiguió su primer gol mundialista. El benjamín del grupo, de 22 años, no defraudó a nadie.
"Poder debutar en una gran competición esta selección fue un orgullo", explicó luego Maqueda. "Había disputado ya partidos oficiales, pero no es lo mismo. Estaba algo tenso cuando Valero me llamó y tal vez busque el tiro con demasiada ansiedad al principio. Pero marcar me causó una gran satisfacción y me tranquilizó. Creo que esto me ayuda a crecer y que puedo aportar también algo a este gran equipo".
Se le vio atento a cualquier indicación de Chema Rodríguez, el central español, y del resto de sus compañeros. Afrontó el momento con humildad, sabiendo que le queda mucho todavía por aprender. "Es que estar aquí, con jugadores a los que había admirado te impone mucho respeto", confiesa. Maqueda ha sido una de las revelaciones de la temporada en el CAI Aragón y Rivera decidió llamarle para cubrir el lateral derecho, una posición delicada por la carencia de lanzadores zurdos existente en el balonmano español.
"¿Si hay desequilibrio entre el lateral derecho y el izquierdo en la selección?", responde. "Está claro que en el otro lado hay dos grandes jugadores con una enorme experiencia: Iker y Alberto Entrerríos. Pero tanto Gurbindo -de 23 años- como yo intentaremos que esa diferencia no se note. Me considero un jugador que doy el máximo en cada momento y que nunca bajo los brazos. Un poco como Mateo Garralda, que siempre fue mi modelo: se dejaba la piel y le echaba narices; tenía mucha garra".
Formar parte de la selección supera todos los sueños de Maqueda. "Comencé a jugar al balonmano por casualidad. Estaba jugando con mi tío y me dijo: 'vete al pabellón a ver qué hacen'. Y entrenaban el balonmano. Me gustó y Dani Barreiro, que entrenaba allí, vio que tiraba con la zurda y me animó a seguir. Luego, a los 13 años, acudí a un campus con Valero Rivera y me fichó para el cadete del Barça. Y hasta ahora. Crecí allí, llegué a debutar con el primer equipo con Xesco Espar. Pero luego me cedieron dos años al Alcobendas y otro al Aragón, donde estoy ahora con Mariano Ortega realizando un buen aprendizaje".
Su futuro parece en el Barça, que podría recuperarle al final de esta temporada. Pero ahora, su cabeza está solo en el Mundial. Quiere jugar, quiere marcar, quiere ayudar a España a entrar en las semifinales. "Podemos hacerlo", afirma. "Mi podio lo encabezamos nosotros, junto a Francia y Croacia".
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