La revolución de los equipos chicos
La igualdad económica y el formato de torneos cortos propician que los cinco grandes pierdan su dominio en Argentina
En Argentina no solo se levantan los pobres que ocupan tierras para construir sus casas. También se rebelan los clubes chicos, los modestos, contra los cinco grandes (Boca Juniors, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo), que concentran la mayor cantidad de títulos de Liga. Pero esta revolución no tiene su campo de batalla en el reparto de los derechos de televisión, donde los chicos ya lograron el año pasado un triunfo significativo, sino en el césped. De las últimas nueve Ligas argentinas, solo tres fueron obtenidas por los cinco grandes y el resto, por los chicos, incluida la consagración hace una semana del Estudiantes de La Plata , que acumuló su quinto título local de la mano del incombustible Juan Sebastián Verón (35 años) y con Alejandro Sabella en el banquillo.
Los cinco grandes son todos de Buenos Aires y sus alrededores, y siguen siendo los más populares: aglutinan a tres de cada cuatro hinchas. Sin embargo, estos clubes han sido tesoros despilfarrados por los dirigentes y por eso ya no son los de más socios: el Rosario Central, el Vélez Sarsfield (actual subcampeón) y el Estudiantes tienen más socios que el Racing, que acaba de salir de 10 años de suspensión de pagos, y que el San Lorenzo, superado por el también rosarino Newell's.
Los cinco grandes ganaron todas las Ligas entre 1931 y 1967, hasta que el Estudiantes rompió la hegemonía. El panorama es muy diferente ahora. Desde que en 2006 el equipo estudiantil ganara el torneo Apertura, se ha iniciado un nuevo dominio de los modestos. Se han coronado el Lanús, el Vélez, el Banfield, el Argentinos Juniors y ahora otra vez los platenses. Y en muchos casos dirimieron los primeros puestos con otros chicos: el Tigre, el Huracán y el Newell's. En 2010, por primera vez desde 1985, ningún grande jugó la Copa Libertadores de América y en 2011 puede llegar a suceder lo mismo si el Independiente no sortea la repesca.
"En Argentina hay clubes grandes y clubes fuertes", opina el periodista deportivo Daniel Arcucci, del periódico La Nación y Fox Sports TV. Entre las instituciones más endeudadas y deficitarias del país figuran los cinco grandes. En el pasado, los equipos modestos vendían sus jugadores a los grandes, donde se consagraban como paso previo para ir a Europa, pero en los últimos años eso ha cambiado. Ahora los pequeños negocian directamente con los clubes de Italia, España y Rusia. Además, ya no emigran únicamente las grandes estrellas, sino también futbolistas de nivel medio que ganan más en Grecia que en Argentina.
Más de 1.000 argentinos juegan en el extranjero, incluida la mayoría de los jugadores internacionales, lo que ha contribuye al empeoramiento de una Liga poblada de juveniles y veteranos de vuelta como Ortega y Riquelme.
Otro factor que explica la bonanza de los pequeños radica en la distribución del dinero de la televisión. En Argentina siempre ha sido la federación la que se ha sentado a negociar y después ha repartido los ingresos entre los 20 equipos de Primera. Desde que en 2009 el canal estatal se quedó con el fútbol, antes en manos del Grupo Clarín, el reparto se ha hecho más igualitario aún.
Un elemento adicional que facilita las victorias de los modestos es que se disputen Ligas de solo 19 partidos -torneo Apertura y torneo Clausura-. Los clubes grandes cuentan con planteles más numerosos y solían desempeñarse mejor en los campeonatos de 38 jornadas. En torneos cortos, a los clubes grandes les exigen resultados rápidos a sus entrenadores, que suelen cambiar demasiado. En cambio, los pequeños pueden darse el lujo de apostar por proyectos a largo plazo, en cuanto a la dirección técnica y el cultivo de la cantera.
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