Perdido Ricky y perdido el Barça

Una cosa no es consecuencia de la otra, ni mucho menos. Pero al errático y preocupante momento de juego por el que atraviesa Ricky Rubio desde hace semanas, se le añade ahora una no menos decepcionante actuación del Barcelona, y tampoco es la primera. El Fenerbahçe lo superó de principio a fin. Le ganó en ritmo de juego, lento, a su gusto; en aprovechamiento de recursos y, al menos en apariencia, hasta en ánimo. Jugadores ya muy conocidos y a los que el Barça ha superado en decenas de batallas como Ukic, Tomas, Lavrinovic y Turckan, junto a dos chavales con magníficas maneras como Vidmar y Preldzic, se adueñaron del Palau con todas las de la ley.

Xavi Pascual le dio todas las vueltas y no encontró la tecla adecuada. Tuvo que claudicar con Ricky, le dio muchos minutos a Sada y acabó jugando con Lakovic de base, pese a que el esloveno parecía ya reconvertido a la posición de escolta. Sin un propulsor de juego adecuado y sin mayores alardes de Navarro, que falló los cinco triples que intentó, el Barcelona nunca recordó al campeón que dominó la pasada campaña.El Fenerbahçe puso el listón muy alto desde el primer minuto y cuadró una actuación propia de otras alturas de la temporada, de la final four. Defendió con fuerza y dinamismo, edificó un muro en su zona y estuvo listo a la hora de echar el lazo a los atacantes azulgrana, sin extraviarse en los bloqueos, sin perder pie en las arrancadas individuales de sus adversarios, casi siempre perfecto en su despliegue defensivo.

El descaro de Navarro rozó alguna vez la precipitación. El desparpajo de Ricky no se vio por ningún lado. No consiguieron intimidar ni Vázquez ni Ndong. Apenas dio señales de vida Morris. Solo aparecieron Mickeal y Lakovic. No funcionaron los automatismos de juego del Barça, como si faltara aceite en su engranaje. Lo pagó caro.

Al Barcelona le costó muchos minutos, 14 más o menos, ponerse a la altura del envite. Xavi Pascual llamó la atención con un par de tiempos muertos. Reclamó mayor atención en el rebote y sobre todo mayor cuidado del balón. Y es que su equipo llegó a acumular seis pérdidas y nueve puntos de desventaja tras esos 14 primeros minutos (18-27). El Barça apretó en el tercer cuarto y logró ponerse por delante (43-39), pero los turcos se rehicieron, dominaron con relativa facilidad y resolvieron sin problemas. "Un aviso", advirtió Lakovic nada más concluir.