Lucha sin recompensa

Dos puntos impidieron ayer al Bizkaia Bilbao Basket consolidar el mejor arranque liguero de su historia en la ACB. El conjunto de Katsikaris mereció mucho más en un intenso partido que dibujó una imagen firme y prometedora del cuadro bilbaíno. Los hombres de negro hicieron todo lo que debían -cuidar la defensa y el contraataque? para plantar cara y tumbar al gigante blanco, que se les escapó gracias a su preciso ataque. Ante la evidencia de que ayer a Aaron Jackson el papel de director de juego le venía grande, Katsikaris le sustituyó por Fisher. Los certeros Banic y Mumbrú aprovecharon bien los rebotes mientras sus compañeros ganaban velocidad y seguridad. La necesitad de luchar cada balón fue constante para el cuadro bilbaíno, que solo portaba a ratos armas suficientes derribar el muro defensivo de los de Messina.

Con una estrategia defensiva mejor armada a medida que avanzaba el encuentro, los de Katsikaris acumularon hasta siete puntos de ventaja gracias, entre otros, a un brillante Vasileiadis, mientras trataban de neutralizar al desequilibrante Sergio Rodríguez y al resolutivo Ante Tomic.

La imposibilidad de bajar la guardia hizo mella en el Bilbao Basket, que se dejó liar a veces por los envolventes contraataques madrileños. Fisher ofreció un arranque espectacular tras el descanso anotando cinco puntos de una tacada, igual que su casi tocayo Fischer. Jackson despertó al fin y ayudó a su equipo a frenar a Garbajosa y Tomic entre las pitadas del público al árbitro, que rescató el fervoroso ambiente de La Casilla, por algunas faltas y anulación de canastas.

Suárez reapareció en el último cuarto y Llul volvió a colocar a su equipo por delante, aunque más tarde los bilbaínos, sin Mumbrú, lesionado en un choque fortuito con Suárez, lograron sacar hasta cinco puntos de ventaja al dominar los rebotes. Suárez volvió para echar tierra sobre los esfuerzos de los locales, que lucharon con garra hasta el final.