Marc Gasol, estelar

Si algo ha dejado claro Marc Gasol durante la caminata española previa a la cita mundialista de Turquía es que hay referente para rato. El mediano de los Gasol ha cogido el testigo de su hermano Pau y dado un paso al frente para erigirse en el pilar de la selección. Este viernes volvió a ofrecer una muestra de su talento en el abarrotado Palacio de los Deportes de Madrid, en el que España solventó su envite ante Lituania con inusitada facilidad, como ya hiciera dos semanas atrás en Vitoria (94-75). Llevaron la firma de Marc 18 puntos, con 26 de valoración, pero su trascendencia en el juego fue más allá. La aterrada batería interior lituana dio buena fe de ello.

La puesta en escena de España fue de gala. Con Rudy Fernández y Marc Gasol recuperados para la causa tras las lesiones que les impidieron disputar el anterior amistoso, el pasado martes ante Brasil, arrancó la selección dejando su patente de campeona sobre el parqué con un juego agresivo atrás y nada especulativo ante el aro. En esos esquemas, Marc es el jefe. Todos los balones circularon por las manos del pívot de Sant Boi para distribuir o ejecutar. Su mera presencia en el poste intimidaba en ambos lados de la cancha. Pero solo con él no era suficiente a ojos del marcador.

El ritmo impuesto por el base Kalnietis ahogó a España, que perdió la iniciativa con un Ricky Rubio desbordado. Pero, con Calderón en la pista, los bálticos no anotaron durante cinco minutos, permitiendo recuperar el mando a los de Sergio Scariolo. Los lituanos, comandados por Kleiza, un ala-pívot todoterreno que acompañará a Calderón en su andadura en los Raptors de Toronto la próxima temporada, únicamente inquietaron en los momentos en que Marc Gasol permaneció en el banco, llegando incluso a colocar la máxima ventaja visitante, de cinco puntos, merced a un parcial de 2-8. Pero con el jugador de los Grizzlies de Memphis de nuevo en la cancha, junto a la repentina inspiración de Navarro, solo pudieron esperar a que escampara el temporal (49-41 en el descanso).

El comienzo de los últimos dos cuartos no tuvo color. O sí, el rojo español. Un 15-1 en los primeros minutos del tercer acto reventó toda posibilidad de partido reñido y aquello se convirtió en una fiesta. Marc Gasol, fino en los uno contra uno y llegando el primero en las transiciones, acabó por desmontar al combinado báltico, que, a excepción de Kleiza y Kalnietis, no opuso mayor resistencia. Añoran los lituanos los tiempos en que estrellas como Jasikevicius o Siskauskas se prestaban a defender sus intereses. Mientras tanto, en plena vorágine española, Garbajosa colocó la máxima renta local tras anotar un triple (74-52, m. 30) para delirio del público. No hubo más partido.

Con ventajas bordeando siempre la veintena de puntos, Scariolo dio entrada a los menos habituales en la rotación y un merecido descanso a Marc Gasol, el héroe del partido. Apenas se resintió el marcador electrónico.

La selección prosigue con su pleno de victorias, ocho, ofreciendo buenas sensaciones con vistas al choque entre ambas selecciones ya en el Mundia, el día 31, en Izmir. Antes, sin embargo, queda el más difícil todavía. el domingo toca Estados Unidos, que primero jugará contra Lituania mañana.