Lorenzo sigue batiendo récords
Con Agostini y Doohan, es el único piloto que no ha bajado del segundo escalón del podio en las diez primeras carreras
Asegura que sólo le interesa "el número 1", es decir ganar el campeonato, no cómo lo consiga. No le importa si bate más o menos récords, si supera a tal o cual piloto. Quiere ser campeón del mundo. Y sin duda, va por el buen camino . Hasta en un fin de semana que se le complicó el sábado, con caída incluida. Sólo se había caído antes este año el viernes del GP de Qatar, en el primer entrenamiento del primer gran premio del año, al que llegó con una mano recién operada. "La moto no iba bien", explicó ayer. Y aún así, a pesar de perderse los últimos tres minutos de la sesión de clasificación, siguió en la primera línea de la parrilla, de donde no se ha movido desde que empezó el campeonato. Hasta el sol le hizo un guiño ayer, escondido durante toda la mañana, apareció en el momento justo, poco antes de que comenzara la carrera de MotoGP, con tiempo suficiente para decidir qué neumáticos y qué puesta a punto era la más adecuada. Con la victoria en Brno, Lorenzo es sólo uno de los tres pilotos que en los diez primeros grandes premios de un mundial de la categoría reina tiene el segundo puesto como peor resultado. El mallorquín ha cosechado siete victorias y tres segundos. Toda una hazaña al alcance de muy pocos, más concretamente al alcance de nombres como Giacomo Agostini o Mick Doohan, leyendas vivas del motociclismo.
Pedrosa, desde la pole, el novato Spies desde la segunda posición, y Lorenzo desde la tercera, hicieron una excelente salida. Pero el líder del mundial sacó los colmillos muy pronto: en la primera curva a derechas. Ahí se situó en primer lugar y ya nadie puedo con él. Apenas le intimidó Pedrosa en las vueltas iniciales, a pesar de que había perdido en esa primera curva la segunda posición, que recuperó unos giros más adelante. Los dos pilotos españoles fueron marcando una vuelta rápida tras otra, a ver quién de ellos podía más. Hasta Spies quiso entrar en la batalla marcando la vuelta rápida en el tercer giro. En la misma vuelta en la que Dovizioso, que marchaba cuarto, se fue al suelo en una caída tonta en la que la Honda se fue de delante: ambos, piloto y moto, quedaron tendidos en medio del trazado. Aunque no hubo mayores consecuencias.
En el ecuador de la carrera Lorenzo apretó los dientes y le dio al manguito del acelerador. Empezó a abrir distancias con Pedrosa y marcar tiempos imposibles, superando una y otra vez sus mejores vueltas. Le sacaba 1,2 segundos en la vuelta 11. Y la distancia fue aumentando en los siguientes tres giros hasta resultar insalvable, pese al ritmo y la correción del pilotaje del de Castellar del Vallés.
No hubo más carrera desde entonces. Entre cuatro y cinco segundos separaban a cada uno de los seis primeros pilotos. De manera que no hubo pelea por el primer puesto, pero tampoco por el podio. Y así, en el mismo orden que se estableció en la mitad de la prueba, con Lorenzo, Pedrosa, Stoner, Spies, Rossi y Hayden, fueron pasando por meta. El día en el que Rossi anunciaría su marcha a Ducati, el italiano no dio guerra alguna, andó desaparecido, incapaz de alcanzar a Spies, un novato, un piloto satélite de su propia marca, la Yamaha, su sustituto, seguramente, en 2011 en la casa japonesa.
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