Alonso logra su segunda victoria para Ferrari
El asturiano se impone en Hockenheim, después de que su equipo le dijera a Massa, segundo, que se dejara adelantar pues iba más lento que él- La FIA sanciona a la escudería con 78.000 euros por dar esa orden.
Fernando Alonso dio el golpe. El asturiano logró en el Gran Premio de Alemania la segunda victoria de la temporada, 23ª de su carrera, pero no lo celebró con la grandeza de otras veces. Había un motivo. El asturiano ganó la carrera, después de que el equipo Ferrari le lanzara un mensaje a Felipe Massa, diciéndole subliminalmente que se dejara pasar por Alonso porque iba más rápido que él. Entonces transcurría la 49ª vuelta, de 67, y Massa era líder, mientras que Alonso le perseguía y estaba marcando mejores tiempos que el brasileño. El asturiano le adelantó rápidamente, sin ningún problema. Y se encaramó en el liderato de lo que sería su reencuentro con la victoria. La FIA ha sancionado finalmente a la escudería italiana con una multa de 78.000 euros (100.000 dólares) por dar esta orden a Massa.
No hubo alegría en el podio; Massa lloró y no estuvo efusivo con Alonso; Domenicalli intentó poner paz
Vettel completa el podio, tras una pésima salida en la que es superado por los dos bólidos rojos
En la salida, Vettel demostró su inmadurez al escorarse hacia la derecha para intentar cerrar a Fernando Alonso y dejar abierta una autopista por la izquierda por la que se les coló a los dos Felipe Massa. Fue una pésima estrategia para el piloto alemán de Red Bull, que partía de la pole, porque de líder se encontró en tercera posición, precedido por los dos Ferrari, y sin ninguna opción de poder atraparles. Aquella circunstancia iba a marcar toda la carrera, porque permitió a Alonso y Massa dirimir su duelo particular y demostrar a todo el mundo que Ferrari ha recuperado el terreno que había cedido a Red Bull. Ahora las dos marcas están al mismo nivel. Y eso le permitirá a Alonso seguir luchando por el título. Ayer rebajó su diferencia con Hamilton a sólo 34 puntos.
Sin embargo, la satisfacción de Alonso no era completa. En varias ocasiones durante la carrera había intentado adelantar a Massa, sin conseguirlo. El primer ataque fuerte se produjo en la 16ª vuelta, cuando le igualó e incluso le superó, pero después Massa recuperó el liderato. Entonces, Alonso comentó por radio a su taller: "Esto es ridículo, chicos". El asturiano se sentía más rápido que su compañero de equipo, pero Massa se resistía a ceder la posición. Era lógico, también él quería ganar.
La situación de desbloqueó unas vueltas más tarde, en la 49ª, después de que Alonso recuperara tres segundos que le había cedido a su compañero de equipo, tras marcar varias vueltas rápidas. Alonso seguía segundo, pero Vettel se le estaba acercando por detrás. Era evidente que iba más rápido que Massa y que si no le pasaba rápidamente, Vettel podía sacar partido de ello. Entonces el equipo intervino. Llamó por radio a Massa y le dijo: "Alonso va más rápido que tú. ¿Confirmas que has entendido el mensaje?". Fue una orden subliminal, sin tapujos de ningún tipo. A la brava. Y al cabo de dos o tres curvas, Massa le cedió claramente el paso a Alonso, que cogió el liderato.
Bastó una vuelta para comprobar que realmente el equipo estaba en lo cierto. Alonso le sacó tres segundos a Massa en cuestión de minutos y Vettel acabó amenazando al brasileño, visiblemente desmoralizado. Pero es probable, que el comentario sea motivo de estudio por parte de los comisarios y del director de carrera. "Fue la vez que tuve a Massa más cerca y vi que iba más lento que yo. Así que le pasé. No es cuestión de dejar pasar las oportunidades. No sé qué pasó", dijo Alonso sobre el incidente. "Creo que merecía la victoria", señaló Massa. "No sé, me pasó. Siento que he hecho un buen trabajo para el equipo", se encerró el brasileño.
Pero hubo pocos abrazos en el podio, pocas miradas, poca complicidad. Massa lloró. "Felipe está de vuelta. Muy buen trabajo y muy magnánimo. Y tu sabes lo que quiero decir", le habían dicho desde el taller, mientras conducía su coche hacia el parque cerrado. Pero nada le satisfizo. Alonso ganó la carrera y se lo mereció porque era más rápido. Pero Massa sintió que le habían quitado algo. Y de nada sirvió el abrazo que Domenicalli, director de la escudería, les dedicó a los dos en el podio. Ferrari tiene un gran coche y un problema interno.
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