"Llevaba 40 años esperando"
Aficionados que se han quedado sin posibilidad de asistir a la final se lamentan por la oportunidad perdida más que por el dinero, que van a recuperar
Roberto Marqués fue previsor y reservó su viaje con entrada para dos personas para ver la final del Mundial el pasado viernes 2 de julio, un día antes de que España se jugara los cuartos de final contra Paraguay. El viaje le costaba 2.590 euros, pero intuía la ocasión histórica de que España se colara en la final de la Copa del Mundo y fue a una sucursal de Halcón Viajes en Boadilla del Monte (Madrid). Ayer por la tarde, la agencia le llamó por teléfono para informarle de que Halcón Viajes no tenía entradas para él y culpaba a "un proveedor local", aunque le mantuvo el vuelo. Se las apañó para conseguir una entrada de reventa, pero esta mañana ha sido contactado de nuevo para ser informado de que el vuelo había sido cancelado. Resultado, Marqués y su hermano se han quedado sin asistir a una final que "llevaba 40 años esperando".
Fernando, que pensaba viajar desde Valladolid, relata una historia similar a la de Roberto, aunque él dice haber reservado los billetes el pasado lunes por la tarde, tras ver la publicidad de la oferta en un diario. En el momento abonó 780 euros, el 30% del precio, para pagar el resto, 1.810 euros, el jueves por la mañana, cuando se confirmó que España se colaba en la final. Finalmente, el viernes por la tarde, pasadas las 19.00, le comunican que "los vuelos se han caído porque la FIFA no ha dado a la Federación Española las entradas". También consiguió una entrada por otra vía, pero también esta mañana le informan de que los vuelos se cancelan. "Creo que nunca tuvieron las entradas", dice Fernando, que apunta a una posible publicidad engañosa y se queja, sobre todo de que la agencia "está jugando con los sentimientos" de los aficionados.
Igual de decepcionado se muestra Pascual Martínez, de Valencia. Martínez cerró el pasado 2 de julio con Halcón Viajes una reserva para él y su hermano para viajar y asistir a la final por 5.200 euros en total. Aunque durante varios días le aseguraron que no había ningún problema, ayer le llamaron a las 19.45 para decirle que no había entradas para él aunque podían viajar pagando 1.900 euros cada uno. Dijo que sí, como mal menor, pero a los cinco minutos le informaron de que tampoco tenía opción a volar. La excusa le pareció insóltita: "No vuela porque está en el segundo avión y sólo hay pasajes para el primero". Ahora ha reclamado pero sabe que el dinero no le devolverá la ilusión. Se queja de las formas. Y de que los medios de comunicación que dieron la oferta de la agencia de viajes como una noticia no cuenten ahora
Roberto, Pascual y Fernando son tres de los alrededor de un millar de aficionados que se va a quedar en tierra sin poder asistir a la final del Mundial. Halcón Viajes tenía previsto fletar tres vuelos a Sudáfrica, con capacidad para unas 1.500 personas que habían pagado entre 2.500 y 3.000 euros por el paquete que incluía el vuelo y la entrada. Finalmente, los tres vuelos se han quedado en uno y solo podrán volar unas 500 personas.
Globalia, el grupo que controla Halcón Viajes, ha informado esta mañana de que se ha visto obligada a cancelar dos de los tres vuelos que tenía previstos para los aficionados. Fuentes de Globalia han explicado a EFE que la FIFA había prometido casi un número ilimitado de entradas, pero finalmente ha comunicado al grupo turístico que ya no quedaba ninguna, por lo que la empresa ha procedido a iniciar la devolución de los importes de los billetes, al igual que, dice Globalia, han empezado a hacer otras empresas. Este periódico ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con algún representante de Halcón Viajes.
Cree Roberto que no hay derecho y que, en el peor de los casos, debió ser avisado antes por la empresa, ya que se ha quedado sin apenas tiempo para reaccionar. Pese a todo, tras recibir la llamada ayer cerca de las siete de la tarde, justo la hora en que cerraban la venta las páginas de reventa legal de entradas, consiguió hacerse con dos gracias a un conocido que está en Sudáfrica. Dado que Halcón Viajes le había informado de que mantenía el vuelo, al precio de 1.990 euros, de nuevo se hacía la ilusión de que podría asistir al acontecimiento histórico, la primera final del Mundial de la selección española. Sólo para que esta mañana le informaran de que tampoco tenía vuelo. "Ahora ya no tengo manera de llegar", se lamenta.
Según cuenta, tras recibir ayer por la tarde la llamada, se personó en la agencia donde había adquirido los billetes. Aunque en un principio la agencia culpa a un "proveedor local", termina señalando a la Federación Española.
La devolución del dinero no consuela a los aficionados, que ahora tratan de organizarse para demandar a Halcón Viajes. Roberto asegura que ha contactado ya con 12 aficionados que se han quedado en tierra para presentar una demanda colectiva. También Fernando dice haber contactado con otra persona para lo mismo. Pero, como aficionados dispuestos a pagar importantes sumas de dinero por vivir una ocasión histórica, es el sentimiento el que está afectado, más que el bolsillo.
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