El ojo derecho de Capello
Gareth Barry ha jugado con los cinco seleccionadores desde su debut en el año 2000
Gareth Barry (Hastings; 1981) siempre ha parecido tener prisa por ser futbolista. Debutó con el Aston Villa en la Premier League con apenas 17 años y su precocidad le llevó a ser el jugador más joven en alcanzar los 300 partidos en la historia de la competición. Cuando aún no había cumplido los 20, Kevin Keegan le hizo debutar en la selección absoluta. Fue el 31 de mayo del año 2000, en un amistoso contra Ucrania (1-1) previo a la Eurocopa, a la que terminó acudiendo. Hasta hoy, todos los ocupantes del banquillo de Inglaterra le han hecho jugar en sus equipos. Incluido el fugaz Peter Taylor, que en el único partido que dirigió contó con los servicios del centrocampista.
En su club estaba destinado a convertirse en una leyenda. En abril de 2008 se llegó a dar por hecho que ela entidad le organizaría algún acto simbólico para conmemorar sus 10 años en el equipo. Pero un mes después todo cambió. El Liverpool se interesó en sus servicios y Barry reconoció su deseo de jugarla Liga de Campeones, tras llevar una década en el Aston Villa, que se debatía entre la mitad de la tabla y la UEFA.
El traspaso no se completó. Sin embargo, el equipo de Birmingham decidió castigarle y le retiró la capitanía del equipo, pese a que al año siguiente jugara los 38 partidos de liga. Le devolvieron el brazalete en enero de 2009, tras la lesión de Martin Laursen, el jugador que se había encargado de llevarlo mientras tanto. Pero ese verano su camino y el del Villa se separarían definitivamente. Barry firmó por el Manchester City (14 millones de euros), un movimiento que desató la ira de los seguidores de su antiguo equipo. El City no cumplía el antiguo requisito del centrocampista de estar clasificado para la Liga de Campeones. De hecho, ni siquiera lo estaba para la UEFA, lo cual sí había logrado el Aston Villa. Pese a las críticas, Barry se despidió del club y de la afición con una carta en la que les agradecía el apoyo recibido durante los 12 años que estuvo allí.
Sven-Goran Eriksson, actual técnico de Costa de Marfil, es el único que no ha confiado plenamente en el centrocampista. Pese a que comenzó contando con Barry en sus alineaciones, repentinamente, dejó de incluirle en sus listas. En 2007, tras cuatros años de ausencia, Steve McClaren volvía a darle un sitio en la selección.
Con Capello ha adquirido el estatus de imprescindible. Barry fue uno más de la plaga de futbolistas cuya presencia en Sudáfrica ha sido dudosa, por lesión, hasta el último minuto. Pese a que la atención mediática se ha centrado más en Drogba, Torres o Cesc, al entrenador italiano era su nombre el que le quitaba el sueño. "Barry siempre ha jugado conmigo. Él es uno de los jugadores importantes. De los importantes de verdad", sentenció Capello antes del Mundial.
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