Nadal, como en casa
Un años después de su renuncia, el español vuelve a su torneo favorito ganando a Nishikori
Rafael Nadal, el número uno del mundo, ya está en la segunda ronda de Wimbledon: ha ganado 6-2, 6-4 y 6-4 al japonés Nishikori , que ha jugado un partido proporcional a su talento y su físico. A ratos lanzó destellantes golpes planos, malintencionados servicios e inesperados cambios en el sentido del juego. A ratos pareció abatido por el cansancio, víctima del parón al que le obligó una lesión en el codo en 2009. Y siempre, desde el primer juego, que perdió y se extendió durante más de seis minutos, sufrió el látigo del mallorquín, que volvió a Wimbledon tras perderse la edición de 2009 por una lesión en las rodillas.
Desde la grada, Nick Bollettieri, el hombre responsable de las carreras de Andre Agassi y Jim Courier, observa el partido con un punto de emoción. Nishikori, antes de su lesión el gran talento por venir del tenis, es un producto de su academia, a la que llegó patrocinado por Sony. Allí le preparó Bollettieri para competir con los mejores, a las órdenes, al principio, del hijo de Brad Gilbert, maestro del juego subterráneo y las victorias feas. Nada prepara a nadie, sin embargo, para la experiencia de jugar contra un zurdo llamado Rafael Nadal Parera.
"Estar aquí es increíble", reconoció el número uno tras el encuentro. "Disfruto de estar en mi torneo favorito. Le agradezco al público que me haga sentir como en casa. Amo la hierba, aunque no sea lo más fácil para mi juego...pero lo he hecho bien los últimos años en esta pista y voy a dar lo mejor de mi mismo".
El mallorquín impone desde el arranque de la temporada de tierra una velocidad de pelota sin paralelo en el circuito. Navega por los partidos sin encontrar quién le obligue, quién le apriete hasta saber dónde está su límite. Compite con recobrada seguridad y fortaleza, incluso hoy, cuando la hierba y los resbalones le han dejado varias veces por el piso. Wimbledon, sin embargo, pondrá pronto a prueba todo eso: para empezar, en segunda ronda, le espera el holandés Robin Haase, talentoso gigantón de revés a dos manos. Un partido con miga.
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