La Torre de Babel nigeriana

Seis de los futbolistas juegan en Inglaterra; los tres porteros compiten en Israel; otros seis jugadores están en Rusia y Francia; dos más en España; otros tantos en Alemania; y uno en Holanda, Ucrania y Austria. Pero ninguno de los 23 nigerianos convocados para el Mundial representan los equipos del país donde nacieron. Las Súper Águilas, ya desclasificadas matemáticamente, tenían recursos para llegar a los octavos de final, con figuras como Martins (Wolfsburgo), Yakubu (Everton), Odemwingie (Lokomotiv Moscú), y los jóvenes Obinna (Inter) y Uche (Almería), además del incombustible Kanu (Portsmouth), que afronta su último gran campeonato.

Inglaterra es el país preferido por los nigerianos. Además de Yakubu y Kanu, el poderoso Chelsea tiene al centrocampista Obi Mikel, medio centro fichado en 2006, cuando el club inglés lo adquirió tras una controversia con el Manchester United y se resolvió a favor de por el entonces técnico Mourinho. También están en la Premier Yobo (Everton), un habitual del equipo nacional desde su debut en 2001, Utaka (Portsmouth), delantero que ha forjado su carrera en seis clubes de cuatro países distintos, y Etuhu, medio centro del Fulham que este año ha disputado la final de la Liga Europa.

Los dos españoles de Nigeria son Victor Obinna y Kalu Uche, respectivamente en el Málaga -por más que su ficha la pague el Inter- y el Almería. Obinna, uno de los más pequeños de la selección africana, con 23 años, salió de su país con solo 18, fichado por el Chievo italiano. Después pasó por el Inter, que lo cedió al Málaga desde hace dos temporadas. Durante la fase de clasificación del Mundial, jugó nueve partidos y marcó cuatro goles, suficientes para auparse al primer puesto de la tabla de anotadores. Su compañero de la Liga Uche, ariete que defiende el Almería desde hace 5 años, recayó en España después de pasar por Francia y Polonia. Antes ya había defendido la casaca del filial de Espanyol en 2000.

Los porteros Vincent Enyeama, Dele Ayenugba y Austin Ejide optaron por el mismo camino y acabaron en Israel. El primero fue Enyeama, uno de los mejores guardametas africanos, que destaca desde hace tiempo como la primera opción incontestable para la meta nigeriana. Juega en el Hapoel Tel-Aviv. Ayenugba ha seguido sus pasos tanto en la selección como en distintos clubes locales y del exterior. Desde 2007, es el portero principal del Bnei Yehuda. Y Ejide, conocido por sus reflejos bajo los palos y sus acrobáticas volteretas a la hora de festejar los goles, está en el Hapoel Petah Tikva tras pasar por equipos de Francia (Bastia) y Túnez (Estrella Deportiva de Sahel).

Nigeria irrumpió a lo grande en el escenario internacional con su gran actuación hace 16 años, en el Mundial de 1994, cuando las Super Águilas se convirtieron en una de las grandes sorpresas al superar una primera fase donde compartía grupo con Argentina y Grecia. En Francia 98, los nigerianos lideraban el auge del fútbol africano -algo que sufrió en sus propias carnes la selección española-, pero cayeron en los octavos ante Dinamarca. Cuatro años después, comenzó el declive con la eliminación en la fase de grupos, que se consumó con la no clasificación para Alemania-2006. En todos esos torneos había jugadores que se desempeñaban en la liga doméstica. Ahora ya no. Y no les ha salido bien.