La elástica saga de los Weiss
El centrocampista eslovaco Vladimir, hijo del seleccionador y nieto de un ex internacional checoslovaco, intenta demostrar en el Mundial que su valía está por encima de los parentescos
Los futbolistas que son hijos de su entrenador no lo tienen fácil. Corren el riesgo de que su puesto en el equipo se atribuya a los lazos de sangre si sus actuaciones no convencen. Si lo hacen bien, en cambio, es posible que nadie se acuerde de quién es su padre. La situación se complica si el técnico es, además, seleccionador nacional y alinea a su hijo en un Mundial. La presión a la que se ven sometidos los futbolistas en estos campeonatos es enorme y crece aún más si tienen que demostrar que su presencia en el once no se debe a ningún 'enchufe'. De momento, los Weiss se salen airosos.
Esta situación se ha dado cinco veces en la historia de los Mundiales y dos de ellas se han producido en Sudáfrica: Bob y Michael Bradley, en Estados Unidos, y los Vladimir Weiss, en Eslovaquia. Michael demostró con su gol frente a Eslovenia que el parentesco con el entrenador no ha tenido nada que ver con su viaje a Sudáfrica. Weiss tiene frente a Paraguay la segunda oportunidad para reivindicarse. En su debut en el Mundial, contra Nueva Zelanda, ya cuajó un buen partido. "Mi hijo tiene cosas buenas en su juego y otras que debe corregir. En ocasiones puedo ser más estricto con él que con otros integrantes de la plantilla", aclara el seleccionador eslovaco. El padre del Vladimir Weiss jugador fue futbolista antes de comenzar su carrera como entrenador. Defendió en 19 ocasiones la camiseta de Checoslovaquia, selección con la que llegó a disputar el Mundial de Italia 90. Jugó, además, con Eslovaquia en 12 ocasiones, una vez se divorciaron los países. Weiss padre colgó las botas en 2000, después de haber militado, entre otros, en el Sparta de Praga y el Artmedia de Bratislava, equipo al que también entrenó durante seis años. Es seleccionador de Eslovaquia desde el verano de 2008. Pero a Weiss hijo (Bratislava, actual Eslovaquia; 1989) la pasión por el fútbol no se la transmitió solo su padre. Su abuelo, que también se llama Vladimir Weiss, fue futbolista y jugó en la selección checoslovaca en tres ocasiones. Ganó, además, la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964.
El Vladimir Weiss nieto comenzó su carrera en el Inter de Bratislava, un club en el que habían jugado su padre y su abuelo, y en 2006 lo fichó el Manchester City. En esa época, el Abu Dhabi United Group todavía no había comprado el club - lo hizo en 2008- y, por tanto, el City aún no era uno de los nuevos ricos del fútbol. En cualquier caso, Weiss llegó a Manchester para jugar en el conjunto juvenil, y no se estrenó con el primer equipo hasta el 24 de mayo de 2009, en un partido frente al Bolton. Menos de cuatro meses después, el 12 de agosto, su padre le hizo debutar con Eslovaquia en un encuentro amistoso frente a Islandia. La temporada pasada, con el City plagado de estrellas como Barry, Tévez o Adebayor, Weiss se fue cedido al Bolton en el mercado de invierno. El destino le daba una oportunidad en el mismo equipo frente al que debutó en la Premier. Jugó 13 partidos y, aunque empezó siendo suplente, al final de la temporada se convirtió en una pieza fundamental en el equipo de Owen Coyle. Destacó por su velocidad, por sus centros y por su habilidad para hacer recortes y para desbordar por la banda. También es un buen lanzador de faltas.
Weiss llega al Mundial después de haber sido internacional en 10 ocasiones pero con la ilusión de coger toda la experiencia posible. Aunque a su padre le parezca "raro y a veces difícil" tener a su hijo bajo sus órdenes. No importa. Los Weiss hablan el mismo idioma, el del fútbol.
Seleccionadores que han alineado a su hijo en las historia de los Mundiales
- Los uruguayos Ondino y Milton Viera. El seleccionador, Ondino Viera, que murió en 1997, convocó a su hijo Milton para el mundial de Inglaterra en 1966. Lo alineó en los tres partidos de la primera fase. En cuartos de final, frente a la República Federal de Alemania, no jugó. Uruguay perdió por 4-0 y fue eliminada.
- Los italianos Cesare y Paolo Maldini. Paolo Maldini ya había participado en los Mundiales de Italia 90 y Estados Unidos 94 antes de que su padre, Cesare, lo llevase a Francia 98. Disputó los cinco partidos de su selección en el campeonato, hasta que fue eliminada en cuartos de final frente a Francia, que acabaría ganando el Mundial.
- Los croatas Zlatko y Niko Kranjcar. El seleccionador, Zlatko, llevó a su hijo al Mundial de Alemania 2006. Jugó los tres partidos de Croacia en el campeonato, aunque fue sustitutito en dos.
-Los eslovacos Vladimir Waiss. Vladimir Weiss ha jugado el único partido de su selección en el Mundial de Sudáfrica, y todo apunta a que también participará en los siguientes.
-Los estadounidenses Bob y Michael Bradley. Michael Bradley ha jugado enlos dos partidos de Estados Unidos en el Mundial de Sudáfrica y, además, ha anotado un gol.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.