Fiesta en las calles de Brasil

Zico, Pelé, Taffarel, Romário, Didi. Camerún, Italia, Francia, Alemania. Todos son personajes de las fachadas brasileñas, que cada cuatro años se llenan de dibujos relacionados con el Mundial. La tradición, que se transformó en una fiebre en 1994, ha sido impulsada este año a través de concursos patrocinados por emisoras de televisión y otras empresas, como una marca de cerveza.

Cerca del estadio Maracaná, en Río de Janeiro, una selección canarinha de ensueño ocupa una pared totalmente dedicada al fútbol y al graffiti . Patrocinada por la Secretaría de Cultura de la ciudad, es solamente una de las muchas pintadas de la zona, famosa por sus dibujos. Como la calle Alzira Brandão, una de las más tradicionales del país, que además de la decoración llegó a reunir a 30.000 aficionados en el último Mundial.

Esta fiesta empezó en 1978, cuando un grupo de amigos se juntó para asistir a un partido de la Copa del Mundo. Hicieron tanto ruido que los padres les echaron a la calle, a la que salieron con una pequeña tele de 14 pulgadas. Cuatro años después, en 1982, mientras Zico, Falcão, Sócrates y compañía encantaban el mundo, más hinchas se juntaron para ver los partidos. La fiesta, como la que se empieza a celebrar hoy con el debut de Brasil ante Corea del Norte, fue reconocida oficialmente por el Ayuntamiento en Corea-Japón 2002, cuando el equipo ganó el que fue su quinto campeonato: entre un gol y otro, el público llegó a los 30.000 aficionados.