Los Lakers amansan a los Celtics

Los Lakers disiparon toda la humareda levantada por la impresionante galopada con la que los Celtics se presentaron en la final. El triunfo del equipo de Los Ángeles, por 102-89, fue convincente, demoledor, de los que dejan marca, más allá de que en una serie a siete partidos las tornas pueden cambiar con una facilidad pasmosa y al margen de que la estadística de Phil Jackson es asombrosa: las 47 veces que sus equipos se anotaron el primer triunfo en playoffs cerraron con éxito la serie. Pero lo que realmente puede dejar huella en los Celtics fue el ascendente que dejó su rival en el manejo del juego y el abrumador dominio de tres hombres clave sobre sus rivales. Kobe Bryant desactivó a cualquiera que se le pusiera delante, fuera Ray Allen, que se cargó muy pronto de faltas en su vano intento de frenarle, Tony Allen o Paul Pierce. Pau Gasol le ganó con todas las de la ley el duelo a Kevin Garnett , su bestia negra en la final de hace dos años. Y Artest no le permitió grandes alardes a Pierce, pese a todo el máximo anotador de los Celtics con 24 puntos, y además, le dio réplica en ataque.

Números concluyentes

Kobe Bryant acabó con 30 puntos y es su partido número 11 de los últimos 12 alcanzando al menos esa cifra. Pau Gasol sumó 23 puntos, 14 rebotes, tres asistencias, un robo de balón y tres tapones. Y Artest llegó a los 15 puntos, cuatro rebotes, una asistencia y dos robos de balón. Pierce, pese a sus 24 puntos, la mitad desde la línea de tiros libres, falló los cuatro triples que intentó y sumó muchos de sus puntos cuando todo estaba ya decidido.

Inicio caliente

El partido no pudo empezar más caliente. En el primer ataque de los Lakers, Artest y Pierce se quedaron trabados como si estuvieran librando un combate de lucha en lugar de un partido de baloncesto. Los árbitros les bajaron los humos con sendas faltas técnicas que sirvieron para apaciguar los ánimos. Los Lakers sufrieron pronto el desgaste de las faltas. Fisher tuvo que dosificarse en el banquillo al cometer la segunda en apenas dos minutos. Odom sólo pudo jugar algo más de cinco minutos en el primer tiempo porque sumó tres faltas.

Bien debido a las faltas de Fisher o por una cuestión premeditada que pudo tener mucho que ver en la obligada tarea de desgaste sobre Rondo, Phil Jackson les dio más cuerda de lo que acostumbra a los reservas que actúan en las posiciones exteriores. Empezó metiendo a Vujacic, que junto a Kobe Bryant, asumió las funciones de base. Luego puso en la cancha a Farmar y Brown, por momentos también junto a Kobe Bryant. Los Lakers dominaron el rebote pero perdieron más balones en las transiciones y en sus constantes intentos de meter doblados en el interior de la zona. Los Celtics fallaron más de la cuenta en los triples y en los tiros libres.

Estirón definitivo

El estirón definitivo se produjo en el tercer cuarto. Los Lakers, con Kobe en vena de aciertos y liberado del marcaje a Rondo, sumó 14 puntos y desmoralizó a los dos Allen. Gasol mantuvo sus constantes a pesar de que Garnett le dio la réplica fugazmente en un espectacular mano a mano. A medida que se abría la brecha, los Celtics perdían el rumbo. Rasheed Wallace cometió una falta técnica por protestar y Artest redondeó la brecha poniendo 20 puntos de diferencia con un triple y un parcial de 34-23 en el tercer cuarto. La suerte estaba echada. Los Celtics aprovecharon una pequeña desaceleración de los Lakers y con un parcial de 1-10 se acercaron (85-74) cuando todavía quedaban más de siete minutos. No fue mayor problema para los Lakers que volvieron a pisar ligeramente el acelerador y cerraron sin mayor problema su primera victoria en la final.