Un invitado inesperado

Agustí Benedito, posiblemente el menos mediático de los cuatro aspirantes a sustituir al presidente del Barcelona, Joan Laporta, dio la sorpresa el martes por la noche cuando, siete minutos antes de las nueve, apareció en el Camp Nou con 2.896 firmas de socios, una cifra más que suficiente para convertirse en candidato oficial a la presidencia, a falta de que sean validadas por la junta electoral, información que el club azulgrana hará pública esta misma tarde.

"Hemos dado un susto importante y daremos uno de verdad el próximo día 13", afirmó Benedito, quien pronostica que la campaña subirá de tono en los próximos días. "Preveo una mayor dureza y que también recibiré yo. El resto ya lo ha hecho; a mí no sé por dónde me atacarán", matizó Benedito antes de que sus adhesiones fueran estrechamente marcadas ayer en el proceso de verificación por la candidatura del ex vicepresidente Marc Ingla.

Además de expresar su intención de no pactar con nadie, de hablar de propuestas y no de egos ni de personalismos, Benedito aseguró que su "arma secreta" para alcanzar las firmas necesarias ha sido su "gente", de la misma manera que "el programa" será el que le llevará a la victoria.

Aunque su formación sufrió para lograr pasar el corte de firmas necesarias, mientras que Sandro Rosell presentó 13.618, Benedito aseguró que las ahesiones no son significativas ya que conoce a muchos socios que han firmado por Rosell sin haber decidido todavía su voto. "Tengo la sensación de que Rosell no ganará las elecciones", espetó el empresario catalán. "Las otras tres opciones electorales surgen de la junta de Laporta y representan lo mismo; nuestra opción es renovadora e independiente y pretende devolver el Barça a los socios".

En la misma línea, como si se sintiera igualmente vencedor, Ingla, otro de los aspirantes a la presidencia, manifestó que solo se han jugado los primeros minutos del partido electoral y todavía "no hay favoritos". "Hemos salido a ganar desde el primer minuto en que nos presentamos", precisó. "Estoy convencido de que ganaremos".

Jaume Ferrer, por su parte, candidato que cuenta con el apoyo del aparato del club y de Laporta, presentó el nuevo eslogan de su campaña: El millor equip del món és català. Que n'aprenguin , en alusión a una de las frases más conocidas del actual presidente barcelonista, al que defiende pese a reconocer que tienen personalidades distintas: "Que nadie busque en mí a Joan Laporta porque el que se presenta a las elecciones soy yo, el valedor de continuar con el trabajo que se ha hecho en los últimos años".

Al igual que Benedito, Ferrer está convencido de que Rosell no ganará las elecciones, aunque el favorito en todas las encuestas no se ha pronunciado al respecto. Fueron dos de los colaboradores de Rosell los encargados de mostrar ayer las líneas maestras de su propuesta económica y patrimonial. De acuerdo con el equipo de Rosell, el club azulgrana será capaz de alcanzar los 600 millones de euros de ingresos anuales gracias a un plan de austeridad que acabará con la "pésima" gestión realizada por la actual directiva. Rosell, además, renuncia al proyecto de Foster y a la venta de más patrimonio, y defiende la construcción de un nuevo Palau y la finalización de La Masia de la Ciudad Deportiva para acoger los partidos del Barça Atlètic.

Empezó la campaña y los candidatos afinan los programas.