Nadal contiene a Bellucci
El español vence en tres mangas y consigue el pase a cuartos de final donde se enfrentará a Nicolás Almagro
En la ciudad de la luz hay plomo en el aire. En París, donde gobiernan las nubes, se dispara con bala en la pista. El fusil, gesto contrito y pinta de faraón egipcio, lo lleva en la mano el brasileño Bellucci. El hombre tira con todo: son casi 190 centímetros y 85 kilos de peso invertidos sobre la pelota; son músculos en tensión y derechas como coces fustigando a su rival; son saque abiertos y pelotas enroscadas de zurdo que silban ante la mirada atónica del público mientras acribillan al tenista que tiene enfrente. La historia de casi siempre: Bellucci jugó como un gigante para obtener el resultado de un enano. Rafael Nadal, el hombre de los mil recursos y el millón de triquiñuelas, maestro del juego defensivo, gobernador de la tierra, le dejó en un marcador discreto (6-2, 7-5 y 6-4 en 2h 33m ) para lo que fueron sus muchísimos méritos en el partido.
Si hay algo que separa a Bellucci de Nadal, además del currículum y el prestigio, es el juego defensivo. El brasileño se procuró cuatro roturas (no hubo set sin break del saque de Nadal); nueve opciones de break; y largas andaduras sobre el saque del mallorquín. Tuvo momentos deliciosos, larguísimos y profundos los tiros, firme el pulso en los peloteos extendidos, malintencionadas todas sus dejadas cuando Nadal se aculó contra la valla. No se dejó impresionar por el número dos del mundo, que se adelantó con break en todas las mangas y en todas las mangas perdió su ventaja. Contra el viento, sin embargo, Bellucci penó. Cuando el español llevó la iniciativa del punto pesaron la inexperiencia y las pocas recuperaciones del brasileño. Regaló el segundo set con una pelota al pasillo y una doble falta. Entró y salió del partido. Dijo Nadal que Bellucci era un test de su nivel. Conclusión: hay margen de mejora.
El número dos del mundo jugará ahora los cuartos de final contra Nicolás Almagro, que ha vencido en su duelo particular contra Fernando Verdasco por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-4 tras dos horas y 12 minutos de juego. Una cosa es segura: habrá un semifinalista español en Roland Garros.
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