"Yo soy José Mourinho"
El nuevo técnico del Madrid llega al Bernabéu, tras reunirse con Raúl, conduciendo un Ferrari y dice que no es un provocador sino alguien "que trabaja mucho" y que solo puede prometer ser él mismo
"No puedo hacer promesas. Solo prometo que no cambio. Yo soy José Mourinho, uno que ha venido aquí con todas sus cualidades y todos sus defectos". Así se presentó el nuevo entrenador del Madrid. Andaban preocupados en el club blanco por su forma de ser, tan volcánica, y las polémicas que creaba un día sí y otro también en el calcio. Cada rueda de prensa daba para que le contestaran durante tres días al menos un par de técnicos y unos cuantos jugadores. Nadie en el Madrid está dispuesto a permitirle esas salidas de tono. El caso es que resulta muy difícil frenarle. Incluso en los días, como este lunes, en los que intenta mostrarse comedido.
Lo intenta. Pero no lo consigue. El viernes, cuando Florentino Pérez viajó a Milán para cerrar el pago de la cláusula de rescisión de su contrato con el Inter, Mourinho le dijo que no quería una presentación hollywoodiense. Nada de palcos de honor porque eso es para los jugadores. Él, un técnico, prefería algo más sencillo como la sala de prensa. Pero al Bernabéu llegó conduciendo un Ferrari negro y habló varias veces de sí mismo en tercera persona. Eran las 11.30 cuando irrumpió en el estadio. Ya le había dado tiempo para cruzarse con Raúl. "He hablado con él esta mañana, yo no pierdo el tiempo. He desayunado, me he ido a Valdebebas y allí estaba Raúl entrenándose. Hemos charlado... Entre jugador y entrenador la prensa no entra", comentó cuando le preguntaron sobre el capitán. Raúl dijo que decidiría su futuro después de las vacaciones y cuando las cosas en el Madrid se hayan "tranquilizado un poco".
"Hay que coger confianza, transformar algunas cosas y adoptar un modo nuevo de trabajar"
"Lo que quiero lograr es que después del sorteo de 'Champions' no haya miedo en nuestro vestuario, sino en el del contrario"
"No soy un falso humilde. Creo que hay un grupo de entrenadores con calidad y suerte que son los mejores. Después de la temporada, los resultados deciden quién es el mejor"
Mourinho maneja tan bien los discursos que ha aprendido muy rápido a decir lo que hay que decir, más cuando sale el nombre de Raúl. "Yo no estoy en la historia del Madrid. Raúl, sí. Y quien no está tiene que respetar a los que sí están", afirmó. Hace lo mismo para entrar en el papel del que responde a las expectativas. Si Florentino Pérez dice que ficha a Mourinho "por su esfuerzo, competencia y profesionalidad", Mourinho contesta que es un trabajador nato. "Al presidente no le he prometido nada. Lo único que le he dicho es que trabajo mucho, mucho, mucho y con dedicación y por eso quiero respeto". Si Jorge Valdano, sentado a su lado, dice que el Madrid necesita un técnico que absorba toda la presión y tenga liderazgo, Mourinho dice que sin fuerza psicológica es imposible ganar títulos. "Un equipo debe tener un equilibrio y el equilibrio es jugar bien con el balón y sin él, defensiva y ofensivamente, y ser fuerte psicológicamente para ganar los partidos decisivos. Sin eso, es imposible ganar títulos", analizó.
Eso es precisamente lo que le achacaron a Manuel Pellegrini. Y eso es lo que no tardó en reivindicar el portugués . Lo remarcó con esta frase: "Miedo no es una palabra de mi diccionario futbolístico. Tampoco lo será de mis jugadores". Lamentó el adiós de Pellegrini justificándolo con que "el fútbol es así". Es curioso, cuando le preguntaron cuáles son las virtudes y los defectos del Madrid, contestó: "No sería correcto hablar de esto ahora. Seguro que Pellegrini ha visto al Inter jugar. Le podrá haber gustado más o menos, pero nunca ha hablado de eso". No lo hizo. Sí habló, en cambio, Mourinho. Hace dos semanas hablaba ya como el nuevo entrenador del Madrid cuando el chileno aún era oficialmente el técnico.
En su presentación, su discurso parecía más estudiado. Aunque, eso sí, sin poder prescindir de sus teatrillos. Primero dijo que todos los entrenadores tienen que estar preparados para la destitución, pero que, si tienen miedo a eso, no pueden trabajar bien. "Yo tengo mucha autoestima y autoconfianza y en eso no pienso", soltó. Luego, negó ser el antibarcelonismo. "Si soy odiado en Barcelona es un problema de quien me odia, no mío". Pocos segundos después tocó el brazo de Valdano y le preguntó: "¿El primer partido de Liga no puede ser un Madrid-Barça? Me ha tocado en Inglaterra contra el Manchester United y en Italia contra el Milan... Estaría encantado porque no necesitaría motivar a los jugadores".
Si hay algo que le molesta ?tiró de números? es que le acusen de ser defensivo . "Jugué tres finales europeas, las gané y marcamos ocho goles. Cuando se repite mucho una mentira, depende de lo inteligente que seas. Si lo eres, no te la crees. Si no lo eres, se convierte en verdad. Una cosa es la organización del juego y otra el juego defensivo. Cuando un equipo está organizado, puede jugar bien defensivamente y con jugadores ofensivos. ¿Por qué se defiende bien? Porque el entrenador es un gran entrenador", explicó. El Bernabéu, sin embargo, también pide buen juego. Y Florentino Pérez, títulos porque, dice, la estabilidad se consigue con eso. "Mourinho adaptará su filosofía a los jugadores que tiene y les sacará lo mejor. Son pocas las veces que no han mejorado conmigo", argumentó el portugués. ¿Y los títulos? "No puedo prometer la Champions. En el Oporto y el Inter la gané en mi segundo año. Para construir un equipo con identidad propia necesitas un poco más de tiempo. Y algo menos para estar en condiciones de ganar".
De momento, presume de haber brindado al Inter la posibilidad de ganar otros tres títulos (la Supercopa italiana y la europea y la Copa Intercontinental). Ahora que está en el Madrid, ¿qué le parecería que uno de sus jugadores no se subiera al avión tras ganar una Copa de Europa? "Lo más importante es ganarla, no lo que haces después". Así es Mourinho, que pidió ser presentando en la sala de prensa porque se ajustaba más a su condición de técnico.
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