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ACB | CAJA LABORAL 85 - REAL MADRID 80

Misma situación, mismo resultado

El Madrid vuelve a perder en Vitoria en el último instante

Fue todo un dejà vú con mínimas diferencias. En lugar de una posesión completa, esta vez restaban 16 segundos. En vez de Bullock como brazo ejecutor, Felipe Reyes. Y si en el primer partido de la eliminatoria de semifinales el marcador mostraba ventaja mínima para el Caja Laboral, en el segundo la igualdad era total (73-73). Pequeñas variantes para un mismo resultado. Por segunda vez consecutiva el Real Madrid tuvo en sus manos la posibilidad de lograr el ansiado triunfo y por segunda vez erró en su intento, lo que ha colocado esta apasionante semifinal con todo el viento a favor de los vitorianos (2-0)). Como ocurrió el viernes, la situación elegida por el Madrid no fue mala en teoría, pero sí en su ejecución. Jugarte un partido a un triple de Bullock o una buena posición de Felipe Reyes en el poste bajo no parece mala idea, pero ambos lanzamientos no contaron con el valor de la precisión. De hecho, el de Felipe no llegó ni siquiera a tocar el aro. Al final el Madrid fue dueño de su destino, lo que no siempre asegura el éxito .

Caja Laboral 85 - Real Madrid 80

Caja Laboral (22+14+15+22+12): Huertas (11), San Emeterio (7), Oleson (17), Teletovic (16), Splitter (23) -cinco inicial-, Ribas (3), Palacio (2), Golubovic, Eliyahu (4), Herrmann (2),

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Real Madrid (16+15+24+18+7): Prigioni (8), Bullock (8), Velickovic (13), Reyes (16), Tomic (4) -cinco inicial-, Garbajosa, Jaric (2), Lavrinovic (13), Llull (11), Vidal (5).

Árbitros: Martín Bertrán, Pérez Pizarro, Jiménez. Eliminado Tomic (m. 35).

Incidencias: Segundo partido de semifinales ACB disputado en el Buesa Arena de Vitoria ante 8.850 espectadores. Caja Laboral gana 2-0.

Es tanta la igualdad por la que transita este enfrentamiento que no siendo capaces ninguno de los dos equipos de imponer superioridad alguna, todo queda abocado a finales taquicárdicos. Los encuentros pasan diferentes fases de dominio por parte de ambos contendientes pero nunca resultan concluyentes. Baskonistas y madridistas terminaron tan mimetizados que a partir de la mitad del segundo cuarto, aciertos y errores eran respondidos con la misma moneda. Hubo más de lo primero que de lo segundo, por lo que el partido ganó mucho en atractivo con respecto al primer encuentro. Siendo el Caja Laboral un colectivo más asentado y claro en sus jerarquías y desempeño, el Madrid lo equilibró con una mejor disposición de alguno de sus elementos, como Velickovic y Lavrinovic, que ayudaron más de lo acostumbrado en los últimos tiempos. También los vitorianos sacaron mayor provecho de gente como Oleson, decisivo al final y que se pareció más que nunca al jugador que fichó por el Madrid para terminar en sus actuales rivales.

Si durante muchos minutos el Caja Laboral se mantuvo en pie gracias a sus dos mejores argumentos, el juego de Splitter bajo el aro y los lanzamientos aparentemente imposibles por su lejanía de Teletovic, el Madrid sobrevivió a partir del tercer cuarto gracias a su acierto desde la línea de tres puntos, desde donde martillearon casi todos. El tiempo se iba consumiendo y aunque todo pendía de un par de jugadas, parecía que los madrileños contaban con algo más de claridad de ideas, algo que ni siquiera nubló un triple afortunado de Marcelinho, al límite de posesión y en postura desequilibrada, que pudo cambiar tendencia (71-69 a falta de un minuto).

El Madrid respondió al mazazo con entereza, y Reyes y Bullock no fallaron. Oleson volvió a igualar y llegó la jugada clave. Felipe recibió de espaldas a canasta y ante la oposición de Splitter, y a punto de sonar la bocina, soltó su mano izquierda con decisión pero sin fuerza suficiente. Conscientes de una segunda oportunidad perdida, al Madrid se le fue la fuerza y en la prórroga quedó a merced de un Caja Laboral ya definitivamente comandado por Marcelinho y San Emeterio, que volvió a demostrar que no solo de puntos puede vivir un jugador, por mucho alero que sea.

La semifinal vuelve a Madrid muy escorada hacia Vitoria, pero es tanta la igualdad que no es descabellado pensar que pueda volver al norte. Para ello el Madrid deberá rearmarse y olvidar un doble castigo quizás excesivo pero que, tal como se han desarrollado los acontecimientos, a nadie más puede culpar que a sus propios errores. Quizás solo dos, pero definitivos.

Brad Oleson, del Caja Laboral, ante Felipe Reyes, del Madrid.
Brad Oleson, del Caja Laboral, ante Felipe Reyes, del Madrid.EFE

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