Una mano inoportuna
El Betis derrota a la Real Sociedad gracias a un penalti de Rivas
Una clara mano de Diego Rivas dentro del área a falta de quince minutos para el final abrió la puerta del cielo para el Betis. Emaná, en su último partido con el cuadro andaluz antes de partir con Camerún, anotó un penalti decisivo para el futuro del equipo sevillano, que mantiene sus opciones de ascenso después de una jornada en la que los resultados le han sido favorables. Esta mano de Rivas, que no de Dios, fue el único recurso que permitió al Betis, cogido con alfileres, batir el marco de una Real mejor en líneas generales, pero con evidentes problemas de eficacia.
La explosión de júbilo que acompañó a los 50.000 aficionados béticos que acudieron al Ruiz de Lopera borró las malas sensaciones que en líneas generales acumuló un Betis de excelente actitud, pero de escaso fútbol. Un Betis nervioso, inmaduro, quien con una superioridad numérica de dos jugadores todavía concedió a su rival hasta tres faltas en el descuento para poner el corazón en la boca a sus aficionados. Increíble el papel de Iriney y Capi, futbolistas destinados a transmitir calma y que fueron los mejores aliados de un rival que se suicidó con un penalti absurdo.
Ganó el Betis, lo único salvable, y cuando se analiza su juego uno no tiene más remedio que preguntarse cómo es posible que tenga opciones de ascenso. Ayer, sólo le mantuvo el portero, Goitia, quien se bastó para salvar a su equipo en dos ocasiones de un fallón Nsue en la primera parte, y Arzu, muy bien en defensa. Del Betis, apenas si hubo noticias.
En la segunda mitad, Xabi Prieto tuvo la última oportunidad de la Real, que no aprovechó sus opciones. Juanma le dio más profundidad al equipo y el Betis dio un paso adelante que acogotó algo a la Real. El cero a cero se antojaba inamovible hasta que llegó esa mano de Diego Rivas. Triunfo ante el líder, que no es poco, aunque uno se pregunta cómo es posible subir así.
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