El golpe previsto
El Bizkaia Bilbao Basket se desploma ante un Barça muy superior
El Bizkaia Bilbao Basket no logró ayer el comodín que le hubiese permitido depender sólo de sí mismo para entrar en el play-off. La empresa era complicada. Sin nada que perder o ganar, el Barça, líder de la Liga, invicto en el Palau desde enero de 2009 y con 28 victorias en su haber, era un rival imponente que demostró por qué está considerado como el mejor equipo europeo. Los bilbaínos mantuvieron el tipo, pero tras el descanso se desinflaron y el previsible tropezón fue más duro de lo previsto.
El primer cuarto retrató a dos equipos a medio gas que acusaban problemas diferentes. De un lado, un Barça apagado hacía gala de un escaso acierto anotador poco habitual en él. De otro, el Bizkaia Bilbao Basket, que desplegó una defensa bien armada, dejaba que los catalanes ganaran los rebotes de ataque con demasiada facilidad. Mumbrú rescató la gran versión de sí mismo que ofreció el pasado domingo ante el Joventut y contribuyó, junto a un triple de Vázquez, a levantar un marcador en el que no se abrían grandes brechas. Tras cinco intentos, un Ricky Rubio quizá con la cabeza más puesta en la Final Four de París que en el encuentro encajó al fin un triple de etiqueta. La intuición de Mumbrú permitió que el marcador reflejara sólo dos puntos de desventaja al comienzo del segundo cuarto.
BARCELONA, 86; BIZKAIA BB, 55
Regal Barcelona: Ricky Rubio (6), Navarro (-), Grimau (11), Morris (3), Lorbek (4) —cinco inicial—, Fran Vázquez (6), Barton (6), Basile (15), Sada (7), Trias (6), Ndong (12) y Rabaseda (10).
Bizkaia BB: Paco Vázquez (3), Salgado (2), Mumbrú (16), Banic (8), Hervelle (2) —cinco inicial—, Warren (8), Moiso (14), Seibutis (-), Markota (-), Blums (-) y Uriz (2).
Árbitros: García Ortiz, Perea y Zafra. Sin eliminados.
Partido de la 33ª jornada de Liga de la ACB (adelantado debido a que el Barcelona participará en la final four de la Euroliga)
Mientras el Barça se preocupaba más por la estética de sus jugadas que por su efectividad, un Moiso soberbio y agresivo anotó ocho puntos espectaculares. Y es que cuando el francés pone de su parte, que pone pocas veces, se convierte en un jugador temible. Los bilbaínos llegaron a ponerse dos veces por delante en el marcador, pero Rabaseda y dos triples limpios entraron en escena para desequilibrar el hasta entonces esperanzador panorama. Basile dejó el marcador en un recuperable 32-29.
A la vuelta del descanso, la realidad se impuso. Los de Katsikaris fueron perdiendo fuelle progresivamente hasta dejar que el Barça fuera ampliando sus rentas de los cinco a los 15 puntos. La falta de acierto de los bilbaínos, inexorablemente unida a la ansiedad que la arrolladora actuación de los de Xabi Pascual les empezaba a provocar, contrastaba con los imparables triples de Barton, Basile y Rubio, que dibujaron un 60-45 que presagiaba un último cuarto muy negro. Con la confianza por los suelos, los hombres de negro se dejaron llevar por la vorágine anotadora del Barça sin oponer demasiada resistencia. Katsikaris también había tirado ya la toalla, por lo que decidió dejar debutar al navarro Mikel Uriz, que se estrenó con una canasta.
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