La natación española se frena sin goma
La prohibición de los bañadores impermeables acaba con los récords en el Open de Málaga
La riada de marcas artificiales de los últimos dos años ha dado paso a una era de modestia en la natación española, que volvió a su cauce natural en el Campeonato de España Open celebrado en Málaga este fin de semana. La prohibición de los bañadores de poliuretano a partir del pasado enero enfrió la piscina malagueña pero devolvió el crédito a un deporte en el que comenzaban a perderse referencias. El gran damnificado por la competición fue el cordobés Rafael Muñoz, que se quedó a tres segundos de su marca del año pasado en 100 mariposa y a un segundo de su récord mundial en la prueba de 50 metros. Una enormidad, atribuible tanto a la flotabilidad que le brindaba el bañador como a la falta de entrenamiento adecuado. En el panorama deprimido del torneo sobresalieron dos chicas: Mireia Belmonte en las pruebas de mariposa y estilos y la talentosa joven Marina García en las pruebas de braza.
Mireia Belmonte, la más destacada, mejoró su marca en 400 estilos
El cronómetro fue más rápido que los nadadores en casi todas las carreras. Si en el Open de abril de 2009 se batieron 25 récords de España, uno de ellos plusmarca mundial y otro plusmarca europea, en el campeonato que finalizó este domingo sólo cayó una marca nacional. El mérito pertenece a Mireia Belmonte, la nadadora del Sabadell, que hizo los 400 estilos en 4m37,33s, mejorando su récord precedente de 4m37,91s, logrado en los Juegos de Pekín, en 2008.
Mireia, que cambió de entrenador el pasado verano y que pasó por los Mundiales de Roma sin dejar rastro, parece recuperar la forma ante los Europeos de Budapest. Entrenada por el australiano Michael Piper, la nadadora destacó en las carreras de 100 y 200 metros, imponiéndose con 59,86s y 2m07,85s respectivamente.
A los 20 años, la nadadora de Badalona va camino de alcanzar su madurez deportiva. En Málaga fue la nadadora que más agitó los tableros de resultados. Si el año pasado se mejoraron las marcas del campeonato en casi todas las 35 pruebas, este fin de semana sólo cinco carreras se nadaron más rápido que en la edición anterior. En tres de esas carreras se impuso la estrella del Sabadell.
Si Mireia se consagró como la gran figura de la natación española femenina, Marina García, de 16 años, promete formar pareja. La rubia del club Meditarrani mejoró con bañador textil la marca que hizo el año pasado con el de goma. Nadó los 200 braza en 2m 26,89s y se convirtió en la única española en mejorar el récord nacional del año pasado. Los otros 24 récords españoles que sembraron la euforia en el Open de 2009 permanecieron imbatidos.
Los 23,45s de Rafa Muñoz en los 50 mariposa le alejaron un segundo de su récord mundial de 2009 pero le valieron para establecerse como el mariposista más veloz del 2010 en la distancia más corta. Muñoz podrá nadar esta prueba en Budapest y estará entre los grandes favoritos al oro. Más problemas tendrá en los próximos Juegos de Londres para subirse al podio. Los 50 mariposa no son una prueba olímpica. Los 100 sí lo son. En esta distancia, el rendimiento de Rafa Muñoz ha sido más declinante. Si en 2009 salvó la distancia en 50,58s, anunciando un verano magnífico, con un bronce en Roma, ayer lo hizo en 53,41s. Quedó segundo, por detrás del polaco Konrad Cerniak, que paró el cronómetro en 52,71s.
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