"La salvación va a ser durísima, a ver si acierto"
Clemente, presentado como nuevo entrenador del Valladolid
Casi treinta años después de estrenar el banquillo visitante con el Athlétic de Bilbao en el partido que inauguró el Nuevo Estadio José Zorrilla, Javier Clemente se presentó como nuevo entrenador del Real Valladolid para los ocho partidos que quedan de temporada y con un milagro por objetivo, rescatar al Valladolid de un descenso casi garantizado y enderezar un vestuario que ha dejado al equipo a siete puntos del descenso.
Al cese de Onésimo siguió una negociación urgente con algún técnico que quisiese hacerse cargo del muerto y no aspirase a quedarse en el club la próxima temporada. "Me llamó a las doce de la noche de ayer", aseguraba Clemente, "pero yo habría esperado hasta las dos", continuaba divertido "porque lo que quiero es entrenar. Estaba aburrido de ser un parado de los muchos que hay. Me gusta mi trabajo y cuando no trabajo estoy incomodo. Me han llamado amigos del presidente y gente de Valladolid y me han dicho vete. Sabemos que es un trabajo duro pero creo que es posible, que tenemos que luchar por conseguirlo e intentarlo es mi obligación".
TRAYECTORIA DE CLEMENTE
- Athletic (1981-1986)
- RCD Espanyol (1986-1989)
- Atlético (1989-1990)
- Athletic (1990-1991)
- RCD Espanyol (1991-1992)
- Selección española (1992-1998)
- Real Betis (1998-1999)
- Real Sociedad (1999-2001)
- Olympique Marsella (2000-2001)
- CD Tenerife (2001-2002)
- RCD Espanyol (2002-2004)
- Athletic (2005-2006)
- Serbia (2006-2007)
- Murcia (2008)
Clemente reconoce que apenas ha visto al Valladolid: "He visto algunos partidos pero esporádicamente y tengo impresiones de todo. Me sorprendió porque el comentario que hice fue que eran mejores de medio campo para arriba, me llamaron la atención algunos jugadores de ataque, porque lo habitual es que los equipos como el Valladolid sean más duros en defensa". La clave para Clemente, al que treinta años de profesión no le han modificado el discurso, es "currar y currar, pero currar no solo es correr, porque el trabajo de un equipo son muchas cosas, sacrificio, amor propio, ser ambicioso. Hay que pensar que cada jornada termina la liga, pero para pensar en la victoria hay que hacer las cosas con mucho sentido, no con tonterías, y yo no soy un entrenador de tonterías. Para mi lo fundamental es el bloque".
A siete puntos de la salvación y con solo veinticuatro en juego Clemente ha entrado en el club con demasiadas urgencias. Para el técnico vasco "en solo tres días hay que ponerse lo más cerca posible de lo que pactemos. Pensaré todas las posibilidades que tengo para ganar en Tenerife, porque ahora solo se puede pensar en ganar, no en empatar. Creo que el equipo que yo quiero se tiene que ver el sábado, y tengo que acertar a que los jugadores hagan lo que yo creo que tienen que hacer".
Clemente sólo tiene contrato para lo que resta de campeonato, pero el propio presidente del Valladolid ha asegurado que continuará si consigue la permanencia. Incluso el propio técnico admitió que no le importaría continuar en el club si finalmente desciende a Segunda División. "Ya fui a Murcia en una situación complicada. Me gusta entrenar, en Primera o Segunda o a crios, no me importa porque me encanta mi profesión. Estoy en una edad más cercana a entrenar a chavales, pero me quedan todavía tres o cuatro años. El problema es que quien no entiende lo que es la Segunda es el pueblo, porque allí el fútbol tiene otro peldaño, y la gente o la prensa no lo entiende", aseguraba Clemente que pidió disculpas por comenzar a entrenar a puerta cerrada para ganar confianza con el grupo: "Yo digo unos tacos tremendos entrenando y hasta que me conozcan prefiero que nadie me vea chillarles, por lo menos hasta que tengamos confianza. Soy un entrenador muy de caseta, de hablarles, de exigirles, pero todo muy pactado. Soy durísimo, pero con el que no cumple su compromiso. Vamos a ver si tengo las luces suficientes para decirles a donde tenemos que ir y luego ver si acierto".
Por otra parte, Onésimo ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa para despedirse del club pucelano. El preparador se marcha "con la sensación de que a veces no he sido yo. Me voy con la cabeza alta por intentarlo y el corazón por los suelos por no haber sido capaz de inculcar cómo veo el fútbol a mis jugadores", ha expresado, al mismo tiempo que admite irse "con dolor, amargura y decepción".
El Valladolid ocupa el penúltimo puesto de la clasificación a siete puntos de la salvación. Onésimo tan sólo ha sumado seis puntos sobre 30 disputados.
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