La autoestima de Gago
Obsesionado con ir al Mundial, el medio del Madrid, con opciones de jugar hoy en Getafe, se machaca en su casa según el plan de un preparador personal
A principios de febrero el Madrid comunicó que Fernando Gago "no concedería ninguna entrevista hasta final de temporada". Acababa de fracasar, de una forma bastante grotesca, su salida al Manchester City. A los ingleses se les escapó el centrocampista argentino de 23 años. Después de dos semanas de tira y afloja, sí estaban dispuestos a pagar los 18 millones que pedía el club blanco, pero cuando quisieron reanudar las negociaciones quedaba menos de una hora para el cierre del mercado de fichajes. No les dio tiempo a nada. Gago, muy a su pesar, se quedó en Madrid.
Seguía, así, su calvario personal. Dio varios pasos atrás en su rendimiento en los últimos ocho meses. Dejó de contar para Manuel Pellegrini (esta temporada ha jugado 370 minutos). La afición no le perdonó ni media. E incluso Maradona, para el que era un fijo, dejó de convocarle. El medio, ya de por sí muy introvertido, se encerró en sí mismo y buscó apoyo en su familia y su representante, Marcelo Lombilla ?"me voy turnando con los padres y la novia de Gago para que Fernando no esté nunca solo en casa", cuenta? y en Roberto Luzzi, el amigo y preparador físico que tuvo en Boca. Luzzi se desplazó a Madrid para diseñarle un plan especial de trabajo, con gimnasio y pista de atletismo incluida. Primer objetivo: que la ausencia de las convocatorias no acabara perjudicando su condición física a seis meses del Mundial. Segundo: ser un apoyo moral más para el centrocampista. Desde la salida de Saviola y Heinze, sus dos sustentos en la plantilla, Gago se ha cerrado aún más y busca cobijo únicamente en Raúl. Es el único con el que se relaciona.
"Fernando se ha quedado a medio camino. En el Madrid puedes jugar si tienes un plus. Si recuperas todos los balones, por ejemplo, te perdonan que no tengas el pie perfecto, como a Lass, pero no puedes conformarte con cumplir. Él, además, tiene otro problema, porque mide la autoestima en función de cuánto y cómo juega. Cuando un futbolista hace depender su autoestima de eso, pues es complicado salir del círculo", explica un directivo blanco. Pues el círculo en el que se ha metido Gago es el Mundial. Está obsesionado con ir a Suráfrica. De ahí que en Valdebebas le vieran hundido el día que, a finales de febrero Maradona ?fue el propio seleccionador quien le sugirió que se buscara equipo en el mercado de invierno? dijo públicamente que si no tenía continuidad era difícil que pudiera ser convocado.
"No está en su mejor momento de ánimo. Pero es un gran profesional, trabaja para él mismo. Y tiene tantas ganas que hasta ha llegado a contratar a alguien fuera del club para hacerlo", cuenta desde el otro lado del océano Roberto Luzzi. El preparador personal y gran amigo de Gago certifica hasta qué punto llega la obsesión del medio por ir al Mundial. Luzzi fue quien montó el gimnasio que el jugador tiene en casa. En diciembre estuvo mes y medio en Madrid para diseñarle el plan de trabajo ?"gracias a eso ha ganado ya tres kilos y medio de masa muscular", asegura Luzzi? y ahora lo supervisa desde Buenos Aires cada dos semanas. "Fernando siempre ha estado acostumbrado a trabajar en doble sesión de mañana y tarde. Tiene un gimnasio de última tecnología en casa que yo le ayudé a montar y alterna trabajo de fuerza, potencia, resistencia y velocidad con carreras de 400 metros llanos en una pista de atletismo que tiene cerca de donde vive", explica Luzzi.
"El estado físico de un jugador se compone de dos aspectos: el deportivo y el competitivo. A Gago le falta el segundo y eso, si no juega, no se puede conseguir con nada", lamenta el preparador físico. "Es un profesional intachable y se siente defraudado. Empezando por Pellegrini y por toda la gente del club que se sentó con él y le dijo que no podían venderle porque le necesitaban. Eso no es así. Fernando es muy respetuoso por eso no quiere hablar pero ya sabe de quién se tiene que fiar", se queja Lombilla. El Madrid le dijo que no podía venderle porque si a Xabi o Lass les daba por coger gripe, no había recambios. El argentino, de hecho, ha jugado cuando no había otro remedio. Hoy (20.00, Canal+ Liga, Gol TV) en Getafe no estará Lass, con una sinovitis en el tobillo, y Mahamadou y Guti están tocados. Más minutos para Gago y más minutos para la calculadora de Maradona.
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