El Villarreal frena la sangría
Un gol de Llorente tumba a un Deportivo sin respuestas
En periodo de búsqueda de la identidad perdida, una versión menor le bastó al Villarreal para vencer por la mínima y con escasos alardes a un Deportivo plano y de recursos básicos, superado por un equipo con más entidad y mejores armas. El conjunto de Garrido, que venía de encajar 10 goles en dos partidos, mantuvo su portería a salvo, liderado por Godín, y logró una victoria balsámica que le acerca a Europa. Así está la Liga, con la clase media venida a menos. Con poco da para lograr objetivos impensables en cursos pasados. Llegan las rebajas al fútbol español.
Escaso de efectivos y sin andar sobrado de talento, al Depor le está cundiendo la temporada. Con estar ordenado en su parcela y en el ataque cazar alguna jugada de estrategia le está bastando al Deportivo para llevar una temporada que enmarcar en un campeonato devaluado. Sólo así se entiende que el conjunto coruñés se encuentre, pasada más de media temporada, en posiciones europeas. Lotina tiene pocos recursos y los optimiza al máximo. Ése es su merito. Es lo que se debe pedir a cualquier entrenador.
Villarreal 1 - Deportivo 0
Villarreal: Diego López, Ángel, Gonzalo, Godin, Capdevila, Senna, Bruno, Ibagaza (Escudero, m.78), David Fuster (Pires, m.89), Nilmar y Llorente (Marcos Ruben, m.72).
Deportivo de La Coruña: Aranzubia, Manuel Pablo, Colotto, Piscu, Laure, Juan Rodríguez, Antonio Tomás, Pablo Álvarez (Iván Pérez, m.56), Juan Domínguez, Guardado (Bodipo, m.71) y Adrián
(Añón, m.83).
Gol: 1-0, m.35: Llorente.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a los locales Joseba Llorente, Ángel y Diego López y a los visitantes Guardado, Laure y Añon.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada veinticuatro del campeonato nacional de Liga disputado en El Madrigal ante unos 17.000 aficionados.
Los solistas escasean en el Depor que además llegó a El Madrigal con numerosas bajas. El valor añadido está en su defensa y, cuando ésta hace agua, aparece Aranzubia para solventar la situación. Tres balones de gol sacó el portero vasco en los últimos minutos del primer periodo, cuando el Villarreal despertó después de haber conseguido adelantarse en el marcador. Lo más interesante del conjunto gallego se cuece en su banda izquierda con un dinámico Guardado, exquisito con su pie izquierdo. Sin Filipe Luis como socio, al mexicano le toca remar demasiado y el flanco izquierdo se le hace muy largo.
Hay equipos que juegan mucho y rematan poco. Otros ni una cosa ni la otra. El Depor tiene escasos delanteros y no tienen gol. Ayer ejerció Adrián, un ejemplo.
Al Villarreal se le supone que tiene buenos mimbres y grandes rematadores. Al Depor le valía con bloquear la fluidez amarilla. El empate le valía, lo habría firmado sin dudarlo. Y la distancia entre ambos equipos se mantendría. Quizá sería ya insalvable. Porque el Villarreal sigue buscándose y se encuentra en un periodo de no sabe muy bien qué. Pero tiene buenos futbolistas y éstos aparecen de vez en cuando. La asociación de cuatro jugadores y cuatro toques le bastaron para abrir el partido. Sacó Fuster rápidamente una falta en corto para Ibagaza. El enganche argentino vio el pase definitivo para Nilmar, que le había marcado el desmarque. El brasileño picó el esférico con suavidad y elegancia salvando la presencia de Aranzubia, que vio cómo Llorente remachaba a gol.
Lotina se encendió con la jugada que al final le costó el partido. Entendió que podría haber fuera de juego de Llorente. No lo hubo, pero sí pudo ser penalti un ligero toque de Ángel a Guardado instantes antes dentro del área amarilla. Sabido es que los defensores amarillos no están midiendo bien cuando se cruza un delantero contrario por el camino.
Llorente se había convertido en protagonista por doble motivo: por chocar con Aranzubia en un exceso de efusividad, lo que alteró el ánimo de unos y otros en un encuentro hasta ese momento plano y sin nada reseñable, y evidentemente por el gol que daba una victoria parcial y merecida en un primer acto de color amarillo sobresaliendo las figuras de Fuster y Nilmar por encima de todos. No de Aranzubia, otro excelente portero de los muchos que tiene el fútbol español.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.