Cantera y veteranos
Hasta cinco jugadores del filial suman la expedición del Villarreal, que debe superar en Wolfsburgo un 2-2 de la ida
En julio del 2009, iniciada la pretemporada del segundo equipo del Villarreal, un jugador menudo de piel tostada se quejaba de la dureza de los entrenamientos de Juan Carlos Garrido en vistas a coger las energías necesarias para afrontar una exigente campaña en Segunda División, la del estreno del filial amarillo en la segunda categoría del fútbol español. "Yo no estoy acostumbrado a esto. Yo me vuelvo a mi casa", exclamaba el protagonista ante las risas de sus compañeros. Siete meses después, Jefferson Antonio Montero (1989, Babahoyo, Ecuador) se ha aclimatado a la perfección a su nuevo club y al ritmo de la competición en Europa. Y sus buenas actuaciones en el filial le han posibilitado que hoy esté con el primer equipo del Villarreal, que esta noche intentará pasar a los octavos de final de la Europa League (21.00). Para ello tendrá que derrotar al Wolfsburgo en el Volkswagen Arena o empatar por más de dos goles. La ida en El Madrigal dejó un desfavorable 2-2.
La rapidez define a Jefferson Montero, autor de tres goles en 18 partidos en el filial amarillo, extremo derecho habilidoso que comparte vestuario de la selección ecuatoriana con Valencia, extremo también que no llegó a triunfar en el Villarreal y que, sin embargo, dejó en la caja del club nueve millones de euros de su traspaso al Wigan inglés y posteriormente al Manchester United. Arropado se sentirá Jefferson en la Baja Sajonia en su estreno en una convocatoria del Villarreal. El portero Juan Carlos, el central Musacchio, el mediocentro Matilla y el delantero Marco Ruben también se encuentran en Alemania.
Ante las ausencias de Cazorla, lesionado, Marcano por sanción y de Rossi, que se espera que regrese a final de semana a Vila-real tras más de 15 de permiso del club por la enfermedad y posterior fallecimiento de su padre el pasado lunes, Garrido no tiene más remedio que echar mano del filial. Práctica que se va a convertir en habitual en un Villarreal de futuro que pretende aligerar el peso de las nóminas para equilibrar un presupuesto cada vez más difícil de cuadrar.
Conjugar la transición en el equipo con la incorporación de futbolistas de la cantera y conseguir rendimiento deportivo es el objetivo del Villarreal, que no renuncia a alcanzar en la Liga una plaza que dé acceso a Europa. Y hoy espera poder alcanzar los octavos de final apeando al campeón de la pasada Bundesliga. Para ello, Garrido seguirá confiando en los pesos pesados del vestuario. "Confío en esta plantilla, tenemos calidad y hemos demostrado que podemos plantarle cara a cualquier rival", arenga Pirès. "Tenemos que hacer las cosas muy bien y mejorar errores cometidos en los últimos partidos", entiende Godín, que volverá a formar pareja en el eje de la zaga con su amigo Gonzalo, recuperado de sus problemas musculares. Ambos tendrán la misión de parar a Dzeko y, sobre todo, Grafite, el autor de los dos goles del Wolfsburgo en El Madrigal. El brasileño consiguió dos más el pasado sábado ante el Schalque 04.
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