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FÚTBOL | LIGA EUROPA

Moyà paga su penitencia

Emery apostará por el meta César tras el error del mallorquín que valió la derrota en Brujas

"Ahora hay que levantarse", decía, con los ojos irritados, el guardameta del Valencia Miguel Ángel Moyà tras una ducha y después de derramar algunas lágrimas y dar muchas vueltas a la acción en la que el equipo perdió el partido. Era el minuto 55 de la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa. Y el camerunés Kouemaha provó con un disparo lejano y no demasiado potente. El portero se lanzó al suelo para bloquear el balón. Tuvo mala suerte y pocos reflejos. El esférico hizo un extraño por el mal estado del terreno de juego y entró en la portería por encima del cuerpo de un Moyà abatido.

Fue el único gol de un encuentro en que el Valencia fue superior, pero al que le persiguió la mala fortuna: al lateral Mathieu le rompieron los ligamentos del tobillo aún en el primer tiempo; y Silva fue expulsado por una patada impropia e innecesaria al inicio del segundo. El debate sobre quién ocupará la portería hoy, en el partido de vuelta en Mestalla (21.05, Tele 5), monopolizó ayer la conferencia de prensa del técnico, Unai Emery.

Tras un inicio de temporada en que Moyà —por el que el Valencia pagó al Mallorca cinco millones en verano— fue el meta titular, César se hizo con el puesto fijo en el once. El mallorquín, de 26 años, había encajado nueve goles en cinco partidos. El extremeño frenó la sangría y aportó más tranquilidad y confianza a la defensa con la experiencia que le dan sus 38 años de edad. Desde entonces, Moyà pasó a ser el suplente; y el portero de la Copa del Rey y de la Liga Europa. Sin demasiada fortuna.

"Lo único que me preocupa es que la portería esté bien cubierta", dijo el entrenador, que no quiso desvelar la incógnita a pesar de que su discurso evidenciaba que la decisión está tomada: el titular hoy será César. Preguntado al respecto, el entrenador, lejos de reforzar a Moyà, como ya hizo inmediatamente después del partido de ida —"El terreno de juego tampoco estaba bien; le ha botado mal el balón y se le ha escapado. Le puede ocurrir a cualquiera. La jugada del gol ensombrece su gran partido"—, respondió con evasivas: "Juegue quien juegue, hará un gran partido y una actuación espléndida".

Consultado por sí el estado anímico del jugador de Binisalem le impediría jugar, respondió: "Los dos, Moyà y César, están preparados para jugar". El técnico abogó por afrontar el problema con naturalidad, para no perjudicar a nadie: "Hay que desdramatizar todas las situaciones que no ayuden; no hay que añadir ningún tipo de presión mala ni para César, ni para Moyà, porque cualquiera de los dos hará un gran partido". Seguramente por ése motivo, por no cargar más presión sobre Moyà, Emery dará la titularidad al de Coria.

"Con uno o con otro, lo importante es que pasemos la eliminatoria", dicen desde el vestuario. Y confían en que el cambio no afecte al joven guardameta: "El ambiente es excelente. Él está bien. Es un chico muy centrado". Nadie en el Valencia duda de la calidad del ex capitán del Mallorca: es excelente en el uno contra uno y su golpeo del balón es excepcional, por potencia y colocación, aunque falla en los disparos frontales: prefiere despejar a bloquear. Y la falta de partidos ha mermado su confianza.

Con todo, el dilema sobre quién debe ocupar la portería no es el único dolor de cabeza para Emery, que afronta el partido como "una final". Con la expulsión de Silva y la baja de Chori Domínguez, que no puede jugar esta competición, el técnico debe o bien hacer un cambio de cromos (desplazando a Pablo a la izquierda, con Joaquín en la derecha y Mata como mediapunta), o bien un cambio de dibujo (con Zigic acompañando a Villa como segundo delantero). El entrenador, dijo, baraja cualquier circunstancia: "Partimos de un marcador adverso y tenemos que estar preparados para saber si debemos ser más ofensivos o más defensivos". Además, deberá repetir la línea de defensa del último partido de Liga, con Miguel, Marchena, Dealbert y Alexis, ante las bajas de Navarro, Bruno y Mathieu.

Zigic celebra su gol durante el partido de Liga Europa ante el Espanyol, el pasado mes de enero
Zigic celebra su gol durante el partido de Liga Europa ante el Espanyol, el pasado mes de eneroTANIA CASTRO

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