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Alemania, a paso militar

El equipo germano pierde el oro en patinaje, pero ya encabeza el medallero tras brillar en luge y biatlón

Alemania sacó la mayor renta de la cuarta jornada de los Juegos y ya encabeza el medallero general. Se llevó un disgusto monumental en patinaje de velocidad con la derrota de la favorita que parecía imbatible, Jenny Wolf, pero lo compensó en biatlón y luge, a paso militar. La ya medallista Magdalena Neuner, una oficial de aduanas, se tomó la revancha en 10 kilómetros persecución en el doble deporte de esquí de fondo y tiro, mientras que Tatiana Huefner , miembro de las fuerzas armadas, confirmó el dominio de su país en el luge.

La modalidad enlutada por la muerte del georgiano Nodar Kumaritashvili pasó de la tragedia a quedar completamente descafeinada, fuera de tiempo. La alemana que fue ayer bronce, la policía Natalie Geisenberger, se quejó hasta de la zona de salida, con un grosor mayor del hielo para frenar la toma de velocidad. "Esto no es para mujeres, sino para niños", dijo.

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La falta de tacto se extendió hasta en la despedida del cadáver del georgiano, que partía en un ataúd hacia su país. Sólo hubo una representación menor del COI, la de su director general, Urs Lacotte. Pero no estuvo el presidente Jacques Rogge, que se emocionó en público cuando comunicó el accidente mortal. Ya era otro momento.

La velocidades bajaron unos 10 kilómertros por hora en hombres (sobre los 14) y mujeres (130). Y se acabaron los accidentes. Incluso se aplicaron las normas con una dureza extrema. A la japonesa Aya Yasuda, que se equivocó al lastrar el trineo con 200 gramos de más la descalificaron. ¿Cuánta velocidad más habría podido alcanzar con ello? En cualquier caso, el poste mortal contra el que se estrelló Nodar al salir de la última curva, ya estaba tapado desde el sábado con una gran pared.

Las alemanas no coparon los dos puestos más altos del podio porque se interpuso la estudiante austriaca Nina Reithmayer. Su exquisita técnica compensó su menor peso, sólo 65 kilos frente a los 77 de Huefner y Geisenberger.

Otra precisión, la de los disparos, le sirvió a Magdalena Neuner para imponerse a la eslovaca Anastazia Kusmina, que la había derrotado el primer día en los 7,5 kilómetros del biatlón. Están igualadas a oro y plata. En los 12,5 de los hombres, el sueco Bjorn Ferry fue de menos a más y ganó una prueba de nuevo con los favoritos fracasados. El noruego Ole Eina Bjoerndalen volvió a fallar en su segunda oportunidad. También parecía remontar y llegó a estar tercero en la primera tanda de disparos de pie. Pero en la siguiente, la última, falló otra vez dos tiros de los cinco y se fue al séptimo lugar. Mejoró, pero se le acaban las opciones de sumar su décima medalla olímpica.

Cinco centésimas

El disgusto alemán de Wolf lo causó la nueva bala femenina surcoreana. Al día siguiente de su compatriota Mo Tae-Bum, esta vez fue Lee Sang-Hwa la que se impuso inesperadamente en los 500 metros, la prueba de mayor velocidad. Cinco centésimas le faltaron a Wolf en la segunda manga para remontar el mejor tiempo de Lee en la primera. Fue especialmente dolorosa la derrota para una triple campeona del mundo, líder de la Copa y plusmarquista absoluta de la prueba.

En el cross del snowboard femenino, que comenzó tres horas más tarde porque no se veía con la niebla y la lluvia, Canadá sumó su segundo oro en casa, el primero femenino. La gran favorita, Maelle Ricker cumplió los pronósticos y fue profeta en su tierra. La estadounidense y mediática Lindsey Jacobellis, cuya caída en Turín cuando rozaba el oro se ha repetido hasta la saciedad como ejemplo de mala suerte, fue eliminada en semifinales y se tuvo que conformar con ganar la pequeña final, del 5º al octavo puesto.

Lee Sang-Hwa, de Corea del Sur, y Jenny Wolf, de Alemania.
Lee Sang-Hwa, de Corea del Sur, y Jenny Wolf, de Alemania.REUTERS

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