El Este gana con récord de público

La multitud jamás vista en un estadio de baloncesto, en el mastodóntico Cowboys Stadium de Dallas, 108.713 espectadores según los datos oficiales ofrecidos por la NBA, presenció el triunfo del equipo de estrellas del Este por 141-139. Carmelo Anthony dispuso de un último lanzamiento de tres para revertir la situación en beneficio del equipo del Oeste, pero falló. No pudo evitar la molesta defensa de Dwyane Wade que culminó de esa forma una estupenda actuación que le valió para ganar el premio al Mejor Jugador (MVP). Wade sumó 28 puntos, 6 rebotes y 11 asistencias y formó un cuarteto demoledor con LeBron James, que sumó 25 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, Dwight Howard y Chris Bosh, que capturó 10 rebotes y sumó los dos últimos puntos de los 23 que sumó desde la línea de tiros libres cuando faltaban sólo siete segundos para el final. Estableció de esa forma el resultado final porque al equipo del Oeste no le salió bien la última jugada y Anthony falló.

El equipo del Este se tomó la revancha de la pasada edición del All Star en Phoenix, donde perdió por 146-119 con la sobresaliente actuación de Kobe Bryant, que no estuvo en la cancha esta vez a causa de una lesión, y de Shaquille O'Neal, que tampoco jugó. Pau Gasol, en el tercer All Star de su carrera, jugó a un buen nivel como en él es habitual y en los 20 minutos que estuvo en la cancha aportó 13 puntos y 6 rebotes.

La magnificencia del Cowboys Stadium dio especial brillo a la fiesta. El recinto es espectacular. Su techo retráctil permaneció cerrado dado el frío que reina durante los últimos en Dallas. En un estadio de tales dimensiones es imposible que la visión sea siquiera aceptable para más de la mitad de los espectadores, pero para eso cuenta con una espectacular pantalla de vídeo suspendida del techo que medía el doble que la pista de baloncesto. El récord de asistencia a un partido de baloncesto, aunque la cifra no es oficial, era hasta ahora de 80.000 espectadores, los que dieron cita en la final de la Recopa en el estadio Kallimarmaro de Atenas en 1968. Por entonces el control de las entradas era poco fiable en Europa y por eso parece mucho más rigurosa, como récord superado en Dallas, la cifra de 78.129 espectadores que presenciaron la final de la Liga Universitaria americana entre Kentucky y Michigan en 2003 en el Ford Field de Detroit.