El Barça vence el sopor griego

La ventaja del Barça es que ya sabía lo que le esperaba en su primer envite en el Top 16: juego lento y controlado, posesiones larguísimas, defensa a ultranza. Así juega el Maroussi griego, con la agravante de ser un equipo poco mediático, sin cartel, que dio la sorpresa y se coló casi de rondón en esta segunda fase. Cuenta apenas con dos o tres nombres conocidos por estos lares como Pelekanos, el ex alero del Madrid, y Keys, el ex base del Zaragoza. Pero el peor rival del Barça fue Jamon Lucas, un escolta estadounidense que se ha ganado el sueldo en plazas como Antalya, Colonia y Split. Fue él quien aprovechó la modorra en que por momentos se sumió el Barça y le puso en algún apuro.

Pero sólo eso. Porque el Barça fue muy superior y en alguna fase rodó a velocidad de crucero, con alley oops marca de la casa de Ndong, Vázquez y compañía, algún que otro contraataque vertiginoso y acertadas combinaciones de las que se beneficiaron Navarro, Mickeal y Morris. El Barça marcó la pauta en un primer cuarto en que el Maroussi cuajó un desastroso resultado ofensivo, con sólo cinco puntos producto de 2 canastas en 15 lanzamientos. Luego puso la directa y 20 puntos de distancia (54-34). Entonces se durmió en los laureles y el Maroussi jugó sus mejores minutos para situarse a sólo ocho puntos (57-49). No hubo más. Despabiló el Barça y resolvió con autoridad.