Granollers doma a 'Perro Loco'
El español remonta dos sets para eliminar a Robin Soderling
Al arrancar el año, Robin Soderling derriba su última frontera y le anuncia al mundo que está dispuesto a todo, que es candidato a ganar cualquier torneo, que es un peligro para el Abierto de Australia: por fin, tras 13 enfrentamientos, gana a Roger Federer. Es, barrunta el vestuario, el año de 'perro loco'.
Ya ha llegado a la final de Roland Garros. Ya ha derrotado a Rafael Nadal sobre la arcilla parisina. Y ya ha preparado todo para escalar el último peldaño. Soderling, dolido en un codo, se prepara a conciencia para el primer grande del año. Sólo se le escapa un detalle: el español Marcel Granollers, que esta noche, entre calambres y casi con una sola pierna, le ha eliminado por 5-7, 2-6, 6-4, 6-4 y 6-2 en la primera ronda del Abierto de Australia.
El sueco, número ocho del mundo, estaba avisado: en Wimbledon 2009, Granollers, con su peculiar estilo de doblista abandonado por su compañero, siempre en la red, con sus brazos infinitos, voleador natural y sensible, le arrancó la primera manga y le dominó ampliamente en la segunda, que se le escapó nadie sabe muy bien cómo, para luego perder el partido (4-6, 7-6(7), 6-4 y 7-5).
Debió ser un momento doloroso para el número 113 del mundo. No en Melbourne. No bajo el frío de la noche australiana. No pese a las arremetidas del sueco y los problemas físicos: el español, al que tuvieron que atender por dolores en los cuádriceps con 4-1 de ventaja en la quinta manga, nunca había remontado dos sets de desventaja.
Soderling fue el único favorito eliminado, pero pudieron ser más. Mientras las nubes se volvían a reunir en el cielo de Melbourne, Federer se llevó un susto: ganó 4-6, 6-2, 7-6(2) y 6-0 al ruso Andreev, dejando sensaciones poco convincentes, sobre todo en la tercera manga, que dominaba cómodamente y a punto estuvo de escapársele.
También se dejó un set Fernando Verdasco ante el peligroso australiano Ball (6-7(4), 7-6(1), 7-5 y 6-2). Nicolay Davydenko, justo al contrario, justo al revés, insensible, frío y dañino, en acción el maestro de maestros: venció al alemán Kindlmann, que venía de la previa, por 6-1, 6-0 y 6-3. Tremendo.


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