Un Nadal de claroscuros

Melbourne es la ciudad de las cuatro estaciones, calor extremo, frío polar, viento y lluvia en el mismo día. Cuando Rafael Nadal espera para salir a la pista Rod Laver, una tromba de agua cae sobre la ciudad australiana . Eso cambia radicalmente las circunstancias del partido y altera las condiciones del debut del campeón en el primer grande del año. La pista central del Abierto de Australia cierra lentamente su techumbre.

Toca partido en pista cubierta. Y eso anima a Peter Luczak, el número 70 del mundo, que ha tenido servicio para llevarse la primera manga (5-3 y saque), romo como estaba el juego del español, disperso con el revés y como sin encontrarle las distancias a la pista. De ese juego hasta el final, el australiano, un tipo extremadamente agresivo, de derecha notable, vive un infierno.

Nadal ha crecido con el encuentro: tras un sufrido primer set (casi 1h20), el mallorquín se ha clasificado para segunda ronda, donde le espera el vencedor del Lucas Lacko-Leonardo Mayer, por 7-6 (0), 6-1 y 6-4. "Estaba jugando corto y él agresivo. Sólo pensé en luchar", dijo el español sobre el primer set en televisión tras el encuentro.

Ha habido de todo en el partido. Luczak jugando a mil por hora. Y Nadal estrenando nuevo cordaje para lograr más efectos, 'el negro', que le dice. Llegó a caerse el español por los suelos, pidió la asistencia del fisioterapeuta, que le trató las ampollas de las manos y acabó como un torbellino. Al terminar el encuentro, el número dos seguramente se habrá sentido satisfecho con tres estadísticas de su partido: 11 aces, más de un 70% de primeros saques puestos en juego y, sobre todo, el reencontrado equilibrio. 46 golpes ganadores por 16 errores no forzados.

Mientras Nadal sufría para ganar la primera manga, peor lo pasaban Juan Martín del Potro, campeón del Abierto de EE UU, y Maria Sharapova. El argentino, dolorido en una muñeca, ganó al estadounidense Russell tras dejarse una manga (6-4, 6-4, 3-6 y 6-2) y la rusa perdió contra su compatriota Maria Kirilenko (7-6, 3-6 y 6-4). La vencedora acudió luego a atender a la prensa y quiso lanzar un aviso: "Ahora te toca a ti", le dijo a su novio. Igor Andreev debutará contra Roger Federer.

De los nervios a la victoria

Tras el partido, Nadal ha hecho balance de su arranque en el abierto australiano, donde defiende título. El balear, que se ha estrenado ante Peter Luczak, ha construido un juego de menos a más condicionado por la lluvia, que ha obligado a cerrar el techo de la pista central de Melbourne. "He empezado un poco más nervioso de lo normal, pero cuando ganas el primer set, te relajas y puedes hacer tu juego con más facilidad. Y creo que lo hice. He estado entrenándome bien, antes de Doha y Abu Dhabi, y creo que estoy en el camino correcto", ha declarado Nadal en rueda de prensa.

Los pronósticos se cumplieron de principio a fin, aunque se ha confesado "un poco nervioso" en algunos momentos del partido, algo que le ocurre siempre en la primera ronda de un Grand Slam. "Pensaba que iba a ser un partido duro y el primer set lo fue. Después ha sido más fácil", añade el manacorí, que no ha ocultado sus fallos. "Peter estaba jugando muy bien en el primer set. Yo jugaba más corto de lo normal y cometía más errores. Pero en el tie-break, él cometió tres errores y me ayudó. Estaba sacando bien y gané el desempate. A partir de ahí, empecé a jugar más largo y agresivo, a hacer mi tenis", comenta.

Los recuerdos han venido a la mente del español al pasear por los pasillos del complejo. En las paredes, fotografías del triunfo en 2009 secundan el paso de los tenistas a la pista, pero Nadal prefiere concentrarse en el presente. "Sólo pienso en hacer un buen torneo, aunque pasear y ver mi foto me trae buenos recuerdos. Aquí he vivido alguno de los triunfos más emocionantes de mi carrera, como en semifinales y la final. Y cuando vuelves a un torneo como éste, recuerdas esos partidos".

Nadal se ha pronunciado también sobre la idea de organizar un Mundial de tenis propuesta por la ATP, un evento al que ha dado su apoyo. "Ya veremos qué pasa. Creo que la ATP quiere hacer algo. Una Copa del Mundo que cuente con los mejores del ranking jugando por su país, puede ser un gran torneo y estoy a favor", subrayó antes de molestarse por la insistencia sobre su adelgazamiento. "¿Podemos traer un peso mañana?" ha contestado irritado. "Todo el mundo me pregunta lo mismo. Peso lo mismo que el año pasado y que hace cinco años, no he cambiado".