El Regal Barcelona, intratable

El Regal FC Barcelona consiguió poner el broche de oro a una fase de grupos en la que no ha conocido la derrota. Volvió a ganar con comodidad a un Montepaschi Siena (85-70) que es uno de los favoritos a estar en la 'Final Four', de la mano de un Ricky Rubio espectacular -con dobles figuras- y demostrando que es un bloque sólido.

Ni el ánimo de revancha por la derrota encajada en Italia ni las ganas por obtener el liderato fueron suficientes para ni siquiera hacer peligrar el liderato de los blaugrana. Tan sólo en algunos instantes peligró la victoria local en el Palau. El Siena, que empezó mal el partido, no pudo con la creatividad de un Ricky Rubio que se consagró, ni con un Barcelona que partido a partido parece sacarse el billete para París.

El inicio de encuentro casi dejó al Montepaschi sin opciones de arrebatarle el liderato al Barcelona. Los blaugrana, con Ricky al frente, consiguieron un 9-0 inicial en un alarde de efectividad ofensiva e intensidad defensiva. El joven base internacional, que enfrente tenía en McIntyre a uno de los mejores '1' de Europa, dio una lección e incluso Pascual tuvo que pedirle calma en alguna ocasión, y es que ni sus compañeros podían seguir su ritmo.

Con un recital de robos y asistencias, y confirmando su mejoría desde la línea de 6,25 metros, Ricky cogió el timón de la nave blaugrana. Asistencias por la espalda a Morris, triple bajo presión y un 'alley-oop' para N'dong fue la carta de presentación del de El Masnou. A partir de aquí, el Barça se sumó al espectáculo y el Siena sólo evito el 'K.O.' a base de paciencia y tranquilidad.

La primera canasta italiana llegó casi a los tres minutos de juego, pero a partir de aquí estuvieron metidos en el partido. Necesitaban casi un milagro para obtener la primera plaza del grupo, y pese a que estuvieron lejos por el mal inicio no desistieron. En el ecuador del primer cuarto ya estaban 3 abajo, y parecía que empezaba de nuevo el partido. Sin embargo, un nuevo arranque de los de Pascual situó un 22-9 a falta de un minuto y sólo una serie de errores en defensa, algo extraño en el Barcelona, permitió al Montepaschi irse 22-15 abajo.

En el segundo cuarto los italianos no permitieron que se repitiera la situación. El Barcelona mantenía una diferencia cómoda, y más si se tenía en cuenta la renta del partido de ida, pero el Siena cambió de estrategia. Alargando los ataques para frenar la inercia blaugrana y, con una defensa más dura ante la permisividad arbitral, consiguió igualar el encuentro hacia la mitad del segundo cuarto.

Ciertas imprecisiones en los locales, ya sin Ricky ni Navarro en pista, lo facilitaron. Los italianos se acercaron a 4 puntos y obligaron a Pascual mover el banquillo. Como está demostrando esta temporada, ello no es problema para los catalanes y consiguieron encauzar de nuevo el duelo. Sin embargo, una nueva 'pájara' antes del descanso todavía daba esperanzas a los visitantes, que se fueron con 40-35 al descanso.

Lección para matar el partido

Empezó entonado el Montepaschi, con una buena selección de tiro y defensa agresiva, pero enfrente estaba un Barcelona que no pone las cosas fáciles a ningún equipo, ni siquiera al campeón italiano. Con un parcial de 9-0, los blaugrana volvieron a poner tierra de por medio y sacaron a relucir muchas de las jugadas y estrategias de su repertorio.

Poco pudieron hacer los italianos ante el bloque de Pascual. Esta noche destacó el trabajo colectivo por encima de las individualidades. Destacó Ricky pero lo hizo para el bien del equipo, repartiendo juego con sus compañeros. A falta de un minuto para el cierre del tercer cuarto, los locales seguían con una renta de más de 10 puntos, ya con el liderato asegurado.

Hasta el final del encuentro, el Montepaschi echó el resto y llegó a poner en aprietos la victoria blaugrana. Sin embargo, cuando más apretaba en defensa, el Barcelona sacó la artillería exterior para a base de triples volver a ganarse la tranquilidad y, para cerrar el encuentro y una fase de grupos inmaculada, Ricky Rubio volvió a exhibirse para acabar el partido como lo empezó, a tope. Al final, 14 puntos, 10 asistencias y 4 robos para él.