El Bizkaia BB 'corta' a Moiso
Txus Vidorreta suple el alta de Mumbrú con la baja ¿temporal? del pívot francés
El Bizkaia Bilbao Basket anunció ayer al mediodía la baja temporal del pívot francés Jerome Moiso "por decisión técnica" para dar entrada al ya recuperado Alex Mumbrú, que se lesionó antes de Navidad en el choque ante el Estudiantes.
Los malos resultados exigen cirugía y el primer paciente en la liga era Jerome Moiso, el jugador mejor pagado de la plantilla on un rendimiento que apenas justificaba el salario mínimo. A Txus Vidorreta se le ha acabado la paciencia y le ha lanzado el primer mensaje al pívot francés retirándole del equipo y, quizás, enseñándole la puerta de salida. Moiso, llamado a ser el faro en la bombilla se ha apagado progresivamente hasta prácticamente desaparecer. Vidorreta le ha dado todas las oportunidades en el movimiento de la plantilla de la que primero se cayó Paco Vázquez (para regresar después) en favor de Chris Warren. Las lesiones ha obligado a un complicado encaje de bolillos, pero el corte de Moiso parece responder más a un toque de atención que a una estrategia determinada de premios y castigos sin un futuro claro.
Moiso con Mumbrú era la apuesta de calidad de un equipo muy colectivo
Moiso, junto a Mumbrú, era la apuesta de calidad de un equipo que se había distinguido por el espíritu colectivo para instalarse en la élite de baloncesto español. El salto ha sido sin red y de momento se ha llevado un coscorrón considerable.
Hoy por hoy, el Bizkaia es un gallo en la Eurocup y un ratón en la ACB. Algunos datos revelan estadísticamente la fractura del colectivo. Las estadísticas demuestran un equipo con dos únicos pilares. Álex Mumbrú y Marko Banic son los dos únicos jugadores que aparecen por buenos motivos en la estadística de la liga ACB. Ellos son la única base por altura de un equipo que ha caído en puestos de descenso y que reconoce que ha fallado en los fichajes.
Mumbrú, obviamente, es el jugador franquicia y Banic el jugador de equipo, los dos únicos que sostienen a un colectivo que muestra signos de flaqueza. Obligados por el peso de la púrpura, algunos jugadores se han caído del escalafón arrastrando a un club que ha hecho una fuerte apuesta de futuro. Tiene dos tablas de salvación: la Eurocopa, de un nivel inferior a la ACB, y la Copa del rey, a la que acude como anfitrión. Sin embargo, la partida se la juega en la ACB, tras aprobar un presupuesto de más de 9 millones de euros y prever un déficit contable de más de 23.000.
La primera decisión drástica ha pasado por cortar al jugador mejor pagado y menos utilizados. Sólo es el principio. La segunda vuelta tiene siempre a la vista el final tras bordear la esquina. El BBB necesita un pivot de referencia. Y no es Jerome Moiso.
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