Mendunjanin enseña el camino
El Valladolid gana muy al final, después de perdonar reiteradamente la vida al Sporting
A Mendunjanin le bastó un cuarto de hora para enseñarles a sus compañeros como se mata un partido. Diego Costa se cansó de crear oportunidades , para él mismo y para Canobbio, Manucho y Álvaro Rubio, falladas siempre ante un Juan Pablo desamparado. Hasta 18 veces tiró a puerta el Valladolid, pero necesitó de la calidad de Mendunjanin para ganar su primer partido en casi dos meses.
Algún extraño embrujo impedía al Valladolid derrotar al Sporting. No lo consiguió en ninguno de los cuatro partidos de la pasada temporada, pese a que estuvo a un minuto de echar a los asturianos de la Copa y a que le avasalló en el juego, que no en el marcador, en la penúltima jornada (1-2). Ayer iba camino de ampliar su estadística después de fallar todas las oportunidades del mundo.
Valladolid 2 - Sporting 1
Valladolid: Justo Villar; Barragán, Nivaldo, Arzo, Marcos; Borja, Pelé, Álvaro Rubio, Canobbio (Medunjanin, min. 77); Manucho (Bueno, min. 85) y Diego Costa (Baraja, min. 91).
Sporting: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, Jose Ángel; Michel, Rivera, Luis Morán, De las Cuevas; Diego Castro (Matabuena, min. 84) y Barral (Maldonado, min. 70).
Goles: 0-1: Min. 12, Morán. 1-1: Min. 29, Nivaldo. 2-1: Min 89, Medunjanin.
Arbitro: Rubinos Pérez (comité madrileño). Amonestó a Pelé, Nivaldo, Costa, Gregory y Botía.
Incidencias: Estadio José Zorrilla. 16.700 espectadores, unos 2.000 del Sporting.
Hacía tanto frío en Valladolid que todos los jugadores corrieron como descosidos. Tanta actividad no se tradujo en buen juego, entre otras cosas porque había zonas del campo heladas y en ocasiones aquello parecía fútbol sobre patines. El más afectado fue Diego Costa, un brasileño para el que debe de ser inconcebible jugar en esas condiciones. Aún así lo hizo muy bien, salvo cuando se encontró frente a la puerta contraria.
El Sporting necesitó mucho menos para encarrilar el partido. Un rebote tras una falta en la frontal y a vivir de las rentas. Hasta que Nivaldo empató con un cabezazo en plancha, tras otra falta. El Valladolid sólo tuvo un momento de debilidad al comienzo del segundo tiempo, cuando el Sporting se desató en ataque y recordó al de la pasada temporada. Ahí apareció Justo Villar, que empieza a reivindicarse sin el muro que fue para él Asenjo.
Cuando el Valladolid se había cansado de fallar goles de todos los colores, Mendilíbar recurrió a Mendunjanin, el centrocampista holandés que mejor rentabiliza sus minutos. Se apagaba el partido cuando la defensa del Sporting se volvió a equivocar y Juan Pablo, que ayer no ganó para sustos, vio cómo aquel balón sí entraba en su portería.
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