El gafe del Camp Nou

Son las nuevas estrellas blancas, los niños de Florentino Pérez, las caras de su segunda era galáctica. Benzema, Kaká y Cristiano Ronaldo, 184 millones de euros entre los tres, llegaron al Real Madrid el pasado verano fruto del triplete del Barça, llamados a derrumbar el dominio blaugrana con espectáculo y muchos goles. En su primer clásico, llegan el domingo a Barcelona con un gafe del pasado: ninguno de ellos conoce la victoria en el Camp Nou, ni la experiencia de haber marcado allí un gol.

Karim Benzema. La historia de Benzema en el Camp Nou comenzó en noviembre de 2007. Arrancaba la Liga de Campeones de la temporada 2007/08 y Barcelona y Olympique de Lyon se encuadraban en el grupo E, junto al Rangers y el Stuttgart. Tras conseguir hacerse un hueco en el once habitual del equipo francés, Karim se presentaba como la gran esperanza goleadora para su equipo. "Tiene un talento nato para definir", lo elogiaba un día antes del encuentro Perrin, su entrenador en el Lyon. Sin embargo en el campo el Camp Nou se quedaría seco. Ambos equipos pasarían después la fase de grupos, pero los franceses cayeron por 3-0 tras un partido espectacular de Messi. El ariete francés, rendido como el resto de su equipo al argentino, no apareció en todo el partido. Dos años después el Lyon volvió a cruzarse con el Barça, en esta ocasión en octavos de final. Era el año del triplete, y el juego azulgrana que maravilló a toda Europa arrolló como una apisonadora al conjunto francés: ganó 5-2 en una noche mágica en la que encajó dos goles que no inquietaron a los de Guardiola, y ninguno de ellos fue de Karim Benzema.

Kaká. Grande donde los haya, el entonces jugador del Milan arrollaba en los campos de los rivales desde que llegó a Italia en 2003. Pero Il Bambino d' Oro nunca se llevó una victoria del Camp Nou. El brasileño jugó en el campo del Barcelona en dos ocasiones en su etapa como rossoneri, ambas en la Liga de Campeones. En el mismo grupo, el Milan llegó a Barcelona en noviembre del 2004 con los deberes hechos: tres partidos, tres victorias. Fuerte y confiado, el Milan saltó al Camp Nou y Shevchenko marcó. A los 17 minutos, el equipo de Kaká encarrilaba el encuentro. Pero el de Rijkaard vivió una noche épica, intensa y con remontada final: Ronaldinho, crack y figura del encuentro, marcó el gol de la victoria cuando estaba a punto de sonar el pitido final. Según publicó un día después La Gazzeta dello Sport Kaká "ni mordió, ni aceleró, ni participó. Parecía hasta nervioso". El brasileño tuvo oportunidad de revancha dos años después. Ambos equipos se jugaban el pase a la final de París, y el Barcelona ganó por la mínima en San Siro y mantuvo el marcador a cero en el segundo acto en el Camp Nou. De nuevo noche triste para Kaká en Barcelona, que vio cómo el equipo azulgrana se llevaba después la Champions para casa.

Cristiano Ronaldo. El caso de Cristiano Ronaldo es menos doloroso que el de sus compañeros. El luso tampoco ha conseguido ganar en campo azulgrana, aunque tan sólo ha jugado allí en una ocasión. El Manchester y el Barcelona se disputaban las semifinales de la Liga de campeones en 2008. En el Camp Nou el marcador se quedó a cero a pesar de que nada más empezar el encuentro el árbitro pitó un penalti a favor del Manchester. Cristiano Ronaldo falló, y este error dio alas al Barcelona, que dominó todo el encuentro pero no marcó. En Old Trafford la suerte estuvo del lado de los ingleses, se adelantaron gracias a un gol de Scholes y Cristiano Ronaldo, que llegó a la final y la ganó, pudo olvidar su mal paso por el Camp Nou.

Los tres estandartes del nuevo proyecto de Florentino Pérez tienen por delante la tarea de de mejorar en casa del eterno rival el bagaje que dejaron los primeros galácticos (2000-06): de seis clásicos jugados en el Camp Nou, una victoria, tres empates y dos derrotas. Pero para eso tendrán que marcar.