Lagun Aro y Bizkaia BB caen de distinta manera

Como si siguieran la mala senda del Caja Laboral, que sucumbió el sábado ante el Barça, Lagun Aro y Bizkaia Bilbao Basket cayeron ayer en sus respectivos desplazamientos a Valencia y Sevilla, aunque de distinta manera. Sólo una cosa (amén de la derrota), emparentó a ambos: su capacidad de reacción en la segunda mitad del partido, insuficiente para resucitar sus dubitativos arranques. El equipo donostiarra siempre estuvo en el partido ante un rival que, de la mano del tranquilo Spahija por primera vez en varios años se asemeja a lo que siempre quiso ser, una alternativa al triunvirato del Barcelona, Caja Laboral y Real Madrid.

El equipo de Laso jamás le perdió cara al partido a pesar de perder los dos primeros cuartos por tres y cinco puntos respectivamente, pero dando la sensación de que en cualquier momento podía tomar las riendas de un encuentro que vivió sus peores momentos antes del descanso con una sucesión de errores de ambos equipo que evitaron que cualquiera de ellos hubiera roto el marcador. Andy Panko (18 puntos) y Barbour (12) se echaron al Lagun Aro a la espalda para resistir la mayor envergadura y el mayor acierto de un Valencia liderado por Perovic y Rafa Martínez que recibían mayor colaboración de sus compañeros que la pareja del equipo donostiarra. Mucho influyó en el asunto, la capacidad de concentración del Lagun Aro que salió enganchado al partido confundiendo las alternativas del Valencia con una defensa exigente y una aplicación sin reservas. Ese arranque le hizo al Valencia interiorizar que tenía por delante un asunto más arisco de lo que quizás creía. Al final del primer cuarto se adelanto el equipo de Spahija, pero jamás puso despegarse de un rival que se agarraba al partido como una lapa hasta adelantarse durante el último cuarto por un punto, sembrando aún más de dudas al equipo local que apeló a su solidez para reconvertir la situación y ganar por cuatro puntos de diferencia (75-71).

La derrota del griposo Bizkaia BB fue distinta aunque el marcador final se asemejara mucho (70-64) al del Lagun Aro. El conjunto de Txus Vidorreta siempre fue por detrás en el marcador, concedió dos cuartos de poquísima tensión defensiva y ofensiva y cuando quiso reaccionar fue sólo al final en un ataque de dignidad y angustia que acabó en nada. La derrota fue distinta incluso por el rival, el Cajasol, que no es de los gallos de la categoría, aunque sí tuvo algunas de las constantes que el Bizkaia BB viene mostrando en este mal arranque de temporada. Con la presunta mejor plantilla de su historia, al final siempre viene tirando del carro de Mumbrú y Banic, dos tipos a los que el resto les cuesta seguir. El debut de Conley (sustituto de Warren) queda para posterior juicio. Otra constante es la escasísima aportación del pívot Moiso, cada vez más intrascendente en el juego del equipo. Entre lo único y lo otro, el Bizkaia BB se ha quedado con una sola victoria habitando en los pisos más bajos de la clasificación. El edificio de momento anuncia aluminosis, corregible, pero preocupante.