Alonso descubre el mundo de Ferrari en Cheste
Montezemolo no logra arrancar el California en que paseaba a Alonso y a Massa, tras entrar en la gravilla para acercarse a unos aficionados
La irrupción de Fernando Alonso en las Finales Mundiales de Ferrari, que por primera vez se celebran fuera de Italia, convirtió ayer el acontecimiento en algo muy especial. Alonso obtuvo permiso de Renault para poder asistir, como un invitado más, a la fiesta ferrarista, que ocupó el circuito de Cheste todo el fin de semana, y pudo descubrir el ambiente y todo el mundo que envuelve a los bólidos rojos. "Ha sido un día muy feliz e importante para mí", indicó el doble campeón mundial. "Estoy impresionado. 2010 puede ser un año muy importante para Ferrari y para mí porque espero poder luchar por el título junto a Massa. Y espero que todos se puedan sentir orgullosos de nuestro trabajo y nuestra profesionalidad".
Alonso se convirtió en el protagonista principal de la última jornada. Fue quien más atención acaparó, tanto en la firma de autógrafos con los aficionados, como entre los mecánicos, directivos e ingenieros de Ferrari. Desde su llegada, Alonso y Montezemolo cogieron el timón de los acontecimientos y fueron los auténticos directores de la fiesta. El momento culminante se produjo cuando el presidente de Ferrari se subió al volante de un California descapotable -el último modelo- con Felipe Massa y Fernando Alonso sentados en una posición elevada en el asiento trasero para dar la vuelta de homenaje. Los aplausos de un sector de público en la primera curva (curva Aspar) llevaron a Montezemolo a acercarse a los aficionados, sin pensar que en aquella escapatoria había gravilla. El coche se quedó encallado y tuvo que acudir una grúa para rescatarlo. Montezemolo, Alonso y Massa se subieron al segundo coche, conducido por Francisco Camps, Presidente de la Generalitat de Valencia, con Rita Barberá, la alcaldesa, como acompañante.
Así concluyó la vuelta al circuito de Cheste que suponía la entrada oficial de Fernando Alonso en la órbita de Ferrari. Sin embargo, nada de eso enturbió la fiesta. Montezemolo, Stefano Domenicali y los pilotos de Ferrari más Fernando Alonso, se desplazaron luego andando hasta el centro de la pista y, frente a la tribuna, se dirigieron a los aficionados con mensajes claros y, en ocasiones, contundentes. El presidente de Ferrari exigió públicamente al director de la escudería de F-1 que reaccionara el próximo año. "Sé la pasión que hay aquí por Ferrari y más ahora que contaremos con Alonso y Massa y podremos ganar el Mundial", indicó. "Estoy contento porque Felipe ha vuelto a conducir hoy su Ferrari por primera vez desde que sufrió su accidente en Hungría. Y por Fernando porque ha ingresado ya en la familia Ferrari. Y ahora, le paso el micrófono a Domenicali que tiene la obligación de hacer un coche competitivo".
En Ferrari todo el mundo está convencido de que si logran tener un coche ganador, Fernando Alonso no va a fallar. Pero es evidente que la relación entre Alonso y Massa no será fácil la próxima temporada, al menos hasta que los resultados clarifiquen cual de los dos será el primer piloto del equipo.
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