Nadie sale contento de El Sardinero

Osasuna comprobó que el futbol es territorio de imprevistos. Se adelantó cuando menos sospechaba y perdió dos puntos cuando su rival tenía su peor aspecto. No obstante, el gol de Arana no esclarece el panorama del Racing , que acumula un punto en cuatro encuentros en casa.

Al Racing se le nota cada vez más confuso en El Sardinero. Y no es por falta de voluntad o por alternativas. Mandiá introdujo por vez primera a Luis García en la alineación titular, pero el caso es que el Racing no termina de sentirse cómodo. Funciona a impulsos, sobre todo de Tchité y Serrano. El africano tiene tendencia a abrir las bandas, lo que libera de pesadez el juego. Un disparo suyo que repelió Ricardo fue la mejor oportunidad de la primera parte. Sin embargo, al Racing no se le advierte una continuidad. El Osasuna algo tuvo que ver. El Osasuna sólo dispuso de una ocasión hasta el descanso -un remate alto de Flaño dentro del área- , pero el grupo de Camacho es un equipo sigiloso que no necesita la pelota para despistar a su rival.

A los de Camacho les bastó con darle un ritmo más bien soso al partido y acercarse alguna vez con mala idea a Toño. Pandiani y Aranda son de esos delanteros a los que no les importa los malos balones: ellos los transforman en una ocasión. Así apareció el gol de Pandiani. Aranda huyó de la frágil marca de Henrique y le cedió el tanto a su compañero, que sólo empujó la pelota. El uruguayo suma seis goles.

Al Racing se le hizo de noche. Mandiá reemplazó a sus delanteros , pero su equipo no sabía por donde hacer daño a Osasuna. A más prisas, menos ideas. Osasuna se pertrechó bien en defensa con sus centrales estorbando cualquier movimiento de Xisco y Geijo. El Sardinero se puso nervioso y empezó a recriminar a su equipo, que se iba desvaneciendo. Serrano quiso encabezar con brío la reacción, pero el Racing se desesperó para utilizar la pelota con algún sentido de utilidad. Meter la pelota al área no parecía servir para nada. Y en esas estaba el partido, el Racing a la deriva y el Osasuna agazapado, cuando a Arana le cayó un balón suelto que convirtió en el empate. El Racing no se libró de la bronca. el equipo de Mandiá.