Stoner sigue igual
El australiano reaparecerá en Estoril tras dos meses de reposo, aunque los médicos siguen sin saber qué le pasa
Sobre las tres y media de la tarde de ayer jueves, en el circuito de Estoril (Portugal), el hospitality de Marlboro, el principal patrocinador del equipo Ducati que participa en el campeonato del mundo de MotoGP, era un hervidero de gente que entraba y salía. A un lado, los operarios colocaron una mesa con tres butacas y un micrófono en el centro, y delante, un abanico con varias hileras de sillas. Cinco minutos después apareció Casey Stoner, que hoy volverá a salir a la pista subido a su Desmosedici GP9, dos meses y tres carreras después de la última vez que lo hizo, durante el pasado Gran Premio de Gran Bretaña (26 de julio). La expectación era tremenda, a la espera de que Stoner, que se ha pasado todo este tiempo en Australia, de relax, diera alguna explicación acerca de los motivos que le llevaron obligatoriamente y aconsejado por todo su entorno, a tomarse unas vacaciones forzadas. Finalizada la intervención del australiano, las conclusiones de los allí presentes fueron las mismas que al entrar: nadie sabe aún lo que ha tenido Stoner y si es que aún lo tiene. Las tantísimas pruebas médicas y chequeos que le han realizado sus médicos de confianza no han resuelto nada de nada. La flojera y los dolores que le llevaron incluso a vomitar dentro del casco en la carrera que se celebró en Assen (27 de junio), no se le han reproducido, pero habrá que ver qué pasa cuando vuelva a subirse a la moto.
"Durante este tiempo me han hecho muchos análisis de sangre, muchas pruebas. Hay algunos valores fuera de lo normal, pero nada que pueda explicar realmente mis dolencias", dijo Stoner. "Hemos revisado mi dieta y la hemos hecho más equilibrada. También hice un test de esfuerzo", añadió el motociclista de Southport, campeón del mundo de MotoGP de hace dos años. "Estar lejos de las carreras ha sido muy difícil, el peor periodo de mi trayectoria porque correr es mi vida", concluyó el motorista aussie, flanqueado en todo momento por Livio Suppo, director deportivo de Ducati, y por Filippo Preziosi, máximo responsable técnico de la marca de Borgo Panigale. "No me siento culpable pero sí responsable, por mí y por mi equipo. La decisión ha sido sólo mía, y pido disculpas a Ducati, a la escudería y a la afición, por haberme perdido tres pruebas. Yo soy el que más me autopresiono, y puede que tal vez lo haya hecho demasiado", cerró Stoner, que hoy estrenará un nuevo carenado en su moto, que debería hacerla más manejable y menos exigente a nivel físico.
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