"No hay que descartar el podio"

Un accidente de Rubens Barrichello cuando faltaban 25 segundos para la conclusión de la tercera tanda de la clasificación, sentenció la pole position del Gran Premio de Singapur, antes de que la mayor parte de coches pudieran concluir su vuelta rápida. El brasileño chocó contra el muro protector en la quinta curva y sólo los dos coches que habían cerrado ya su último intento de vuelta rápida vieron su tiempo reflejado en la pantalla. Eran Lewis Hamilton, que se hizo con su 16ª pole position, y Sebastian Vettel, que compartirá con él la primera línea de la parrilla.

¿Una suerte o una desgracia? Para Vettel, que quedó a más de tres décimas del McLaren de Hamilton, una suerte. Porque posiblemente hubiera sido superado por alguno de sus más inmediatos rivales. Para Rosberg o Webber, que coparán la segunda fila, tal vez una desgracia, porque tenían opciones de superarle. Para Fernando Alonso, una incógnita. "Cuando me hablaron desde el taller y me dijeron que saldría quinto, preferí que todo hubiera terminado. Estaba haciendo una buena vuelta, pero al final todos mejoran y hubiera podido perder mi posición", señaló el doble campeón asturiano.

Alonso se quedó con el sexto mejor tiempo, pero avanzará una posición en la parrilla porque Barrichello, que era quinto, perderá cinco posiciones al haber cambiado su caja de cambios sin haber cumplido el ciclo obligatorio de cuatro grandes premios. Y para el español partir quinto es una gran noticia. "Estoy en la parte limpia del circuito y muy cerca de la cabeza. Creo que salir desde la cuarta posición, con un circuito tan sucio, sería mucho peor", indicó. "No hay que descartar el podio, porque será una carrera con incidencias, choques y errores. Y si salimos bien parados, todo eso podría beneficiarnos. Sin embargo, partimos con el objetivo inicial de salvaguardar la quinta posición y sumar puntos para el Mundial de constructores".

La vuelta que Alonso realizó en la segunda tanda de la clasificación para lograr meterse entre los 10 mejores fue espectacular. Rozó los límites del circuito, pasó a milímetros de las vallas y no cometió ningún error. Impecable. Sacó lo mejor de un R29 que está acabando el campeonato sin conceder las prestaciones que todo el mundo esperaba. "Por la noche lo cambiamos todo. Desmontamos el coche y realizamos otro set-up. Pero seguimos teniendo problemas de agarre en el tren trasero. Y será difícil resolverlos para la carrera. Pero todos estamos igual".

Jenson Button, líder del Mundial, vivió ayer un día aciago. Ni siquiera se clasificó para la tercera tanda y partirá desde la 12ª posición, por detrás de su compañero de equipo Rubens Barrichello, el único que todavía parece en condiciones de disputarle el título. La suerte parece acompañar al británico, porque cada vez que comete un error, se encuentra con la complicidad del brasileño, que está realizando un final de temporada bastante más brillante. Los Red Bull parece que vuelven a funcionar, pero tanto Vettel como Webber ya están muy lejos en la clasificación. Y el McLaren de Hamilton parece estar destinado a ser el mejor coche de la parte final del campeonato. Pero es un mérito ya pírrico. No cuentan para nada en este Mundial.