Serbia elimina al campeón, Rusia
Los serbios vencen por 79-68 a los rusos volverán a luchar por las medallas contra el vencedor del Croacia-Eslovenia
Serbia pasó página a seis años miserables, venció por 79-68 al vigente campeón, Rusia, y volverá a luchar por las medallas contra el vencedor del Croacia-Eslovenia que se disputa hoy. Un país que respira baloncesto por todos los poros, que cuenta con una docena de jugadores en la NBA, que lo ha ganado todo y que genera nuevas hornadas sin cesar, no podía seguir hundido en los puestos de cola de los campeonatos como le había sucedido desde que fue campeón del Eurobasket de 2001 en Estambul y del Mundial de 2002 en Indianápolis.
De la mano de un viejo zorro como Dusan Ivkovic -64 años y tres oros en los Europeos-, los serbios empiezan a recuperar la competitividad de antaño. Su joven equipo no cuenta con estrellas de mucho nombre. Sólo Krstic (Oklahoma Thunder) alza la bandera de la NBA. Pero los ojeadores de media Europa han perseguido a varias de sus nuevas perlas: Tepic (Panathinaikos), Teodosic (Olympiacos), Velickovic (Real Madrid), Tripkovic (Joventut) y Perovic (Valencia). Ivkovic ha apostado por ellos para rehabilitar el buen nombre de la selección. La fórmula le ha dado resultado. Se olvidó de las estrellas como Stojakovic, Radmanovic, Milicic, Jaric, Pavlovic, Vujanic y no pudo contar con Rakocevic y Avdalovic. Pero su fórmula, un juego muy equilibrado, con mucho control y alérgico a los errores, ha rendido dividendos.
Contra Rusia, el equipo serbio fue por momentos una apisonadora, especialmente en un segundo cuarto sorprendente porque logró secar el ataque ruso casi por completo y con un parcial de 4-20, con sólo un tiro libre y un triple de los rusos en esos diez minutos, puso tierra de por medio y manejó los dos cuartos que restaban con una relativa comodidad. Los18 puntos de Tripkovic, los 13 de Perovic y Velickovic y los 12 de Teodosic bastaron para dar cuenta de Rusia, que no podrá defender el título obtenido hace dos años en Madrid. Las ausencias de sus mejores hombres, Holden, Kirilenko y Kryapa, marcaron el límite de un equipo que todavía espera que exploten jugadores como Ponkrasov, sólo cuatro puntos ante Serbia, Fridzon, 15 puntos, y Mozgov, 10 puntos. Muy poco para aspirar a otro hito como el que privó a España hace dos años en Madrid.
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