Hay vida fuera de las estrellas

El Real Madrid resolvió con más habilidad que juego su último partido de su gira norteamericana, en Washington, y goleó en la segunda parte al más puro estilo de contraataque. Higuaín y un Robben muy participativo en busca de la residencia blanca fueron quienes resolvieron. El Madrid jugó entonces con orden. Buena noticia. Hay vida fuera de las estrellas. Antes, el nuevo equipo ensayado por Manuel Pellegrini tardó en reaccionar y no dejó buenas sensaciones ante el DC United.

Las bajas de Lass y Benzema, ya con Francia para jugar el partido en las islas Feroe clasificatorio para el Mundial de Suráfrica 2010, obligaron a cambios. Sneijder integró el medio campo inicial junto a Alonso y Granero y se pudo estrenar Higuaín. Pero todo estuvo más plomizo. Xabi Alonso no se encontró bien y hasta le hicieron un túnel humillante. Faltaba Guti, el repartidor.

Pasado el cuarto de hora sin frutos, Cristiano Ronaldo, como si estuviera cansado de esperar balones, empezó a funcionar por su cuenta. Sneijder agarró mal un centro suyo, pero en el siguiente Granero ya obligó a Wicks a una magnífica parada. El portugués decidió tirar en otra internada y se le fue cruzado. Sus chispazos encendieron a Kaká, que aún andaba buscando su sitio de banda a banda. Un gran pase del brasileño provocó un claro penalti del portero al portugués, pero el árbitro lo ignoró.

Aquello prometía, pero fue un espejismo. El Madrid se volcó especialmente por el lado izquierdo y no sólo con Cristiano Ronaldo. Drenthe estuvo muy activo y otro centro suyo lo cabeceó Higuaín con peligro al borde del descanso. Pero fue ya tras largos minutos de sopor. El DC, uno de los equipos más laureados de la MLS, con largo oficio, cerró bien los espacios, sin mayores aspiraciones en el ataque, y cortocircuitó al Madrid.

En el fondo, pareció un partido de trabajadores frente a ejecutivos. Moreno, el veterano delantero boliviano de 34 años ya retirado de su selección, cobra de ficha anual lo que gana Cristiano Ronaldo en una semana. "Bueno, algunos tienen la suerte de estar en los sitios adecuados", acertó a decir cuando le preguntaron qué opinaba sobre tan astronómicas diferencias.

La marcha de Sneijder, como si sobrara, alegró la segunda parte. Xabi Alonso pudo al fin tocar el balón, pero sobre todo le sustituyó un enchufado Robben. Raúl entró por Cristiano Ronaldo. La precisión siguió brillando por su gran ausencia, pero apareció un mínimo orden desde atrás y se adivinaba que en cuanto el DC flojeara podían llegar los goles.

Así sucedió. Los contraataques fueron letales. Los dos primeros, terminados por Higuaín, pero con la gran colaboración de Robben, que ya había avisado antes y marcó un tercer gol de lujo con un sombrerito perfecto tras un gran servicio de Pepe. En el primer tanto, el argentino entró como un cuchillo, pero el holandés le abrió la defensa y en el segundo le dio el pase final tras otro servicio magnífico de Granero, también a gusto en esos momentos.

El Madrid jugó ya a placer y pudo marcar más goles no sólo con un desatado Robben, sino también con Negredo. Raúl, cosa rara, desaprovechó un rechace a puerta vacía. Pero la buena nueva fue comprobar que los teloneros también existen.