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NATACIÓN | MUNDIAL DE ROMA

La FINA aprueba el regreso del taparrabos

168 países de 200 han votado a favor de la abolición de los bañadores tecnológicos, por lo que se limitará el material y el diseño de los trajes

El Congreso de la Federación Internacional de Natación (FINA) aprobó este mediodía la abolición de los bañadores tecnológicos que han inundado el mercado en los últimos diez años. 168 federaciones de un total de 200 apoyaron en Roma la propuesta de los técnicos de Estados Unidos para limitar el material y el diseño de los bañadores, prohibiendo a partir de 2010 los trajes de cuerpo entero y las películas de poliuretano impermeables, con las que se han conseguido más de 100 récords mundiales en los últimos dos años. La discusión ha calentado esta mañana el Congreso General de la FINA, donde se ha revelado el enfrentamiento que mantienen los políticos del organismo de gobierno y los entrenadores. Unos respaldan a los fabricantes en su carrera tecnológica, los otros intentan salvar los principios que han definido este deporte durante el último siglo.

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El uruguayo Julio César Maglione, elegido hoy como nuevo presidente de la FINA declaró que urgía un cambio: "Queremos que se hable de los nadadores, queremos que lo más importante sea el cuerpo, el entrenamiento y el esfuerzo de cada uno. Esta situación, en la que se hablaba más de los bañadores que de los nadadores, no podía seguir".

Sólo siete países se han opuesto a la propuesta americana, de modo que la propuesta saldrá adelante y la FINA impondrá el regreso del taparrabos, o slip de tela, el viejo bañador que caracterizó las competiciones internacionales hasta los Mundiales de 1999. Ese año, la marca Speedo y Adidas empezaron a diseñar monos negros promocionados con campañas de marketing que evocaban la piel de tiburón. A partir de 2010, la FINA prohibirá que los hombres se cubran por debajo de las rodillas y por encima de la cintura. Las mujeres deberán volver al modelo antiguo, y no se les permitirá usar perneras. En los próximos días el máximo organismo de la natación internacional redactará el nuevo reglamento, que será aprobado el próximo 28 de julio.

Las presiones de la industria de ropa deportiva, con el gigante Speedo al frente, han marcado los últimos meses en la FINA. El comité ejecutivo no ha conseguido seguir una política coherente mientras los nadadores batían récords impensables. Este año se han roto diez plusmarcas mundiales gracias al nuevo bañador italiano Jaked, surgido de la nada en una fábrica del norte de Italia, gracias a la puesta a punto de un mono completamente impermeable que ayuda a flotar a los nadadores.

Los ejecutivos de la FINA, liderados por el rumano Cornel Marculescu, pretendían postergar la desaparición del poliuretano a 2012 para evitar, según Marculescu "borrar de un plumazo una industria". La medida limitadora se adelantará a 2010. Esto implica que las marcas que se consigan en estos Mundiales, lo mismo que las que se lograron en los Juegos de Pekín, quedarán en una especie de limbo jurídico. La FINA deberá regular esta circunstancia.

La nueva regla prohíbe las cremalleras y los nuevos bañadores deberán ser fabricados a partir de fibras textiles. Con esto, se pretende abolir el poliuretano. "Lo más importante es que los bañadores sean solo de tela", dijo Mark Schubert, jefe de la expedición de Estados Unidos. "Creo que hemos lanzado un fuerte mensaje en relación a lo que pensamos que debe ser un traje de baño".

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