El Racing escapa de los problemas

El Racing certificó la permanencia con un triunfo del que siempre anduvo más cerca el Valladolid. A pesar de las tensiones internas, de la poca consistencia de su juego y del sufrimiento en el que ha transitado en muchas fases de la temporada en El Sardinero, el equipo de Muñiz cerró ayer todos los posibles inconvenientes que le podían surgir en el futuro. El Valladolid, por su parte, ofreció un aspecto más aseado, pero volvió a marcharse sin nada más que eso.

El equipo pucelano compareció en El Sardinero con muy buena pinta. Con Pedro León al mando, el equipo de Mendilibar quiso desestabilizar al Racing a base de mover la pelota siempre con sentido. Sin embargo, fue el Racing el que golpeó primero, después de que Serrano concluyese un hábil pase de Marcano. El Valladolid no se resintió. Tenía terreno para progresar, el que le concedió un Racing que vivió un lío constante en defensa.

Dos errores le permitieron tomar ventaja y asentar su juego, que consistió en conseguir que el partido pasase lo más inadvertido posible. El gol de Víctor rompía un periodo de más de 700 minutos sin anotar. Con ese problema resuelto, el Valladolid se lo tomó con más calma. En el Racing la reacción fue nula. Bastante tenía Muñiz con arreglar el desequilibrio en defensa. El técnico asturiano sentenció a Valera y Christian, a quienes reemplazó.

Los cambios surtieron efecto, porque el Racing atemperó su caraja al menos hasta el final de la primera parte. Las ocasiones, eso sí, seguían sin aparecer. El único que parecía andar cerca de ellas era Pereira, que supo aprovecharse de la atención que la defensa del Valladolid prestó a Nikola Zigic. El serbio no pudo hacerse un sitio entre los centrales del Valladolid. Serrano y Munitis, por su parte, transitaron a medio gas.

Nada más comenzar la segunda mitad, la expulsión de Iñaki Bea fracturó el partido. Poco después, el Racing se apuntó el empate en una brillante asociación entre Serrano y Pereira. Asombrosamente, en escasos minutos, el Racing se situó más cerca de vencer que de caer derrotado. Entre los nervios, el Racing supo rescatar la templanza necesaria para encerrar al Valladolid. Todavía quedaba la aparición de Zigic. Y el serbio no falló. Un centro preciso de Munitis y la salida a media de Asenjo facilitaron el camino hacia un nuevo tanto de cabeza. Sin casi saber como, el Racing recogía una victoria que en muchos momentos veía imposible. A pesar de la alegría por la permanencia, El Sardinero pidió la salida de Muñiz.